lunes, 13 de febrero de 2012

Meteorix 5.9 No Aprobado #44

Con el mayor de los descaros, rompiendo su promesa de que no iban a volverlo a hacer (alegando que si Fox no cumplió sus promesas políticas, ellos menos) y técnicamente dirigiéndole un gran dedo medio a los lectores, los creativos nos ofrecen el segundo "Especial de Navidad", otro episodio que podría o no, formar parte de la continuidad.
En el salón del grupo de Aldo, Lucy hace los preparativos para la fiesta de navidad, siendo la única entusiasmada por el evento. Sugiere hacer una pastorela pero le recuerdan que nones debido a las quejas que recibieron de los lectores la vez pasada (debieron ser muchas para que los mismos personajes lo admitan).
El menos entusiasmado es Aldo, declarando aborrecer la navidad pero Lucy insiste en hacerle ver lo contrario mas se rinde rápido al reconocer que está demasiado amargado. Aldo sólo capta la parte negativa de la navidad que es promover el comercio y el vicio del alcohol (lo que le es confirmado en la próxima página con un comercial alusivo).
Fastidiado, se sale a la calle, congelándose en breve ya que se le olvidó ponerse suéter. Al escuchar una voz, se dispone a transformarse pero es detenido por la aparición de Athy-End, la fundadora de su club de fans, que ha venido para recordarle el significado de la navidad (así es, este número sigue la secuencia del clásico de Dickens).
Athy-End lo lleva al pasado cuando era un niño inocente e ingenuo, mostrando como al principio obtenía buenas calificaciones pensando que Santa Claus le traería todo lo que le pedía en su carta (¿toda la colección de Los Caballeros del Zodiaco y un balón profesional? Eso pídeselo al Santa de los ricos) y como recibió pura basura (mientras que Nandito recibió mejores cosas), se decepcionó tanto que decidió no volver a estudiar.
Aldo le espeta a Athy-End que eso no cambia nada y ella le da un vistazo de Eva, quien parece estar completamente sola en navidad. Aldo se conmueve y agradece por lo que tiene pero rápidamente ese sentimiento desaparece cuando llegan su madre y su abuela, dándole a la niña un montón de juguetes de Barbie (¿existieron Barbie Bitch y Barbie Wonder Tits?). Ante el enojo de Aldo por tratar de verle la cara, Athy-End desaparece y lo regresa a la calle, donde es agredido injustificadamente por policías corruptos. Lo dejan todo golpeado y en ropa interior, odiando la navidad más que nunca. En eso, aparece Yonky (en papel del “espíritu de la navidad futura” aunque ¿no se supone que ese es hasta el final?) que ha viajado desde el universo alternativo para mostrarle otro lado de las cosas. Pasan por el cementerio donde Buba (estrella invitada) hace de sepulturera, mostrando la tumba de Aldo (vislumbrándose también una serie de lapidas que corresponden a diversos cómics mexicanos que debutaron y fueron cancelados en el 2001).
Aldo se espanta y Yonky cambia de escena.
En este futuro, Lucy se ha casado con el May poco después de la muerte de Aldo, su primer esposo y padre de sus hijos mayores (el más pequeño parece ser hijo del May), denotando que su relación es fría porque éste anda siempre ocupado en sus negocios con la franquicia de El abandonao. Sin embargo, sus verdaderos “negocios” son hacerle regalitos a su amante, Eva, quien exige que le pida pronto el divorcio a Lucy (en especial ese día, que es navidad, vaya perra), amenazando con dejarlo y hacerle un escándalo. Aldo está que revienta ante esta imagen y Yonky cambia de canal, para que ahora veamos a Lucy recordando como murió Aldo: electrocutado mientras encendía el árbol de navidad. Furioso, Aldo se echa sobre la angelita, desapareciéndose y dejándolo en la calle otra vez.
Congelándose, Aldo decide sentarse para que se le pase (¿no debería seguirse moviendo?), atrayendo a una serie de almas caritativas que le dan algo de feria, deseándole feliz navidad. Aldo siente que regresa su fe en esa mágica fecha, considerando dar el dinero a un orfanato, pero ahora le toca ser asaltado por mientras de la “Unión Metropolitana de Niños de la Calle, Payasitos y Tragafuegos”. Ahora si lo dejan para el arrastre y Aldo lamenta que nuevamente ha perdido la fe en la humanidad y en la navidad.
Katzandra es la próxima en encontrarlo, llevándolo a revivir los recuerdos de la convivencia con la familia durante la cena de navidad. Durante la cena, el padre de Aldo espera la comida tradicional pero debe conformarse con lo que su quejumbrosa esposa prepara, retándolo por andar invitando a su tía abuela que le dan de comer tan mal en el asilo que devora todo antes de que puedan detenerla. Todo termina en discusiones y Aldo le espeta a Katzandra que eso sucede todos los años y ella ya mejor se va antes de que enoje con ella también.
El padre de Aldo detiene su coche al verlo, diciéndole que lleva horas buscándolo para traerlo de vuelva a casa, comentando sobre como lo importante de la navidad es que la familia esté junta, animándolo un poco al ver que al menos queda alguien con buenas intenciones que vea las cosas así. En la casa, se encuentran con notas que dejaron la madre (fue a cenar con sus padres ricos) y Nandito (fue con Emma a un restaurante de lujo), así que tienen para ellos solos toda la cena de esa navidad.
A distancia, Katzandra, Yonky, Athy-End y Buba contemplan la escena, satisfechas de haber cumplido su misión (prácticamente no hicieron nada).
Una página extra muestra a Aldo deseando feliz navidad a todos, aunque detrás de él anda casi toda su gama de villanos, muy enfadados.
Debajo, aparece todo el equipo de creativos y colaboradores de la revista (en la segunda de forros, marcan quien es quien y su respectiva labor).
Contenido extra:
• No hay resumen ni cuestiones en este número.
El buzón de los Reprobados; en esta ocasión, transcriben y responden cartas acompañadas de los que participaron en el concurso, acompañándolos del respectivo mutante diseñado (algunos diseños más interesantes y atractivos que los que ganaron los primeros lugares, en mi humilde opinión).
• En la contraportada, hacen publicidad del cómic Burundis (otra publicación fallida).

Curiosidades, señalamientos y/u objeciones:
• Cuando están en el cementerio, Aldo comenta sobre un especial del Día de Muertos del que se había comentado anteriormente en El buzón de los Reprobados, alegando que por las prisas ya no hubo tiempo de hacerlo (así que está escena es como su mejor idea de una explicación para los que se emocionaron y esperaban verlo publicado).

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