viernes, 31 de mayo de 2013

La Secta de la Mano Negra: Primera Parte

Nuevamente la revista hace un retroceso para traernos una serie realmente clásica de Kalimán. Ni más ni menos que la serie 9, donde tiene lugar la aparición de la Araña Negra, el villano que más veces se ha enfrentado al Hombre Increíble a lo largo de su carrera. Aparentemente, esta decisión editorial fue tomada para ofrecer un preámbulo a la siguiente serie que tocaba originalmente: El Triangulo de la Muerte (la tercera de las cuatro apariciones de la Araña Negra en la historieta). 
Un villano realmente memorable cuya presencia siempre significa grandes problemas, metiéndose en el camino de Kalimán como parte de convenientes coincidencias, cuya peculiaridad especial es su habilidad para evitar ser capturado y desenmascarado. Un autentico reto. 
Debido a que el primer capitulo de la serie tenía una corta extensión de páginas (apenas 11) consecutivas a la serie anterior en la historieta original, aprovechan las restantes del No. 279 para presentar una selección de los mejores dibujos enviados por los lectores. En el No. 285 y 286 publican más dibujos pero ya en los forros y la contraportada.

   

Kalimán, el Hombre Increíble No. 279-291

Agentes de la policía son eliminados en El Cairo por órdenes de la Secta de la Mano Negra, la más poderosa organización criminal detrás del narcotráfico. El Coronel Alexis se mete de lleno en el caso, siendo informado de que ese acto viene ligado al dato de que una personalidad asociada con la organización está por arribar a la ciudad. 
El árabe Omar, uno de los líderes de La Mano Negra, es informado del éxito de la misión y le encomiendo a los ejecutores recibir a un amigo importante que vendrá pronto, vital para su siguiente negocio. 
El avión en que viajan Kalimán y Solín se aproxima al aeropuerto en El Cairo. El Hombre Increíble no puede evitar reparar en un sospechoso anciano que tampoco le quita el ojo de encima. Una vez que descienden, el anciano echa a correr, abandonando su maletín. Solín intenta devolvérselo pero Kalimán se lo arrebata, percibiendo que contiene una bomba, comprobándolo enseguida. Con rapidez, lo arroja para que estalle sin hacer daño a nadie, provocando que Alexis y sus hombres lo supongan el criminal que vendría de parte de La Mano Negra. Kalimán muestra los documentos que lo identifican y les entrega la mascara de hule que usaba el criminal para hacerse pasar por anciano. El testimonio de una azafata llamada Jane Faley facilita las cosas aunque le advierten no abandonar la ciudad. 

   

Mientras, el criminal misterioso se presenta en la casa de Omar, exigiendo privacidad. Omar interpreta su deseo, ordenando a su esclavo, el gigante Golo, matar a los sicarios, permitiendo que su amigo se sienta libre para reportar los hechos. Le comunica que Kalimán es un antiguo enemigo al que ha enfrentado muchas veces, sintiéndose indispuesto a participar en el negocio que Omar le propone hasta verlo muerto. Omar manda llamar a Jazum, un asesino especializado en el arte de arrojar cuchillos, asegurando que Kalimán morirá esa misma noche. 
Kalimán y Solín se instalan en el hotel, deliberando sobre su inminente próximo encuentro con el criminal misterioso. 
Mientras, en un barrio de escoria del bajo mundo, el piloto Franck Smith se reúne con el criminal misterioso, esperando su paga por haberlo ayudado con el abordaje del avión. Sin embargo, se pone codicioso, exigiendo el doble para ocultar también el hecho de que conoce su verdadera identidad como Martin Lucker, amenazando con denunciarlo. 

 

En vez del dinero, recibe un puñetazo del criminal, inyectándole veneno con su anillo, matándolo al instante y dejándole en la frente su marca personal: el símbolo de “La Araña Negra”. Jane Faley da un pitazo a Kalimán y a Solín para que investiguen al piloto pero cuando ellos acuden, es demasiado tarde y el Hombre Increíble reconoce el sello de su enemigo jurado, indicando como se han enfrentado en varios ocasiones mas la Araña Negra siempre escapa (y nunca nadie ha visto su verdadero rostro). A la salida, son atacados por Jazum pero Kalimán esquiva fácilmente el cuchillo, guardándolo para encontrar a su dueño. 
Kalimán acude a la jefatura de policía donde da su testimonio de los crímenes de la Araña Negra y su lazo con la Secta de la Mano Negra. Les pide no poner vigilancia alguna sobre su persona para capturar al villano en su próximo encuentro y acompaña a Jane a su hotel. 
Omar es enterado del fracaso de Jazum, ordenando a Golo que le cien latigazos en castigo. Insiste en meter a la Araña Negra a su negocio, que consiste en responsabilizarse del envio de un cargamento de narcóticos. El criminal no quiere saber nada mientras Kalimán siga con vida, decidido a eliminarlo personalmente. 
Esa noche, la Araña Negra se presenta en el hotel de Jane, obligándola a llamar a Kalimán para tenderle una trampa. Para cuando Kalimán y Solín llegan, Jane esta muerta y con la marca de la Araña Negra en su frente.

   

Se entabla la lucha entre los dos, contrastando la audacia de Kalimán con los sucios trucos del asesino. La policía irrumpe y la Araña Negra escapa, descolgándose por un hilo de nylon que tenía preparado en la ventana. Kalimán delibera con la policía, insistiendo en que lo dejen ser, ya que no puede proporcionarles en si nada útil para atrapar a alguien como la Araña Negra. Oculta deliberadamente el hecho de haberse apoderado de una moneda de oro arabe que el criminal dejó caer durante el forcejeo, explicando a Solín que es parte de una tradición sobre el recibimiento de un amigo en el hogar, con un sello particular que puede ser identificado. Acuden a una función en el barrio árabe donde Zulma, una bailarina exótica, les sirve de ayuda, reconociendo el símbolo de la casa de Omar. 
Kalimán y Solín no pierden tiempo, dirigiéndose a la residencia de Omar. Sus sirvientes intentan impedirles el paso pero los burlan junto con sus perros guardianes. Omar es alertado y le pide a su cómplice que se esconda en lo que atiende a los invitados. Por supuesto, Omar niega saber algo sobre Martin Lucker o el cuchillo con que intentaron matar a Kalimán. El Hombre Increíble se retira, pero deduce acertadamente que Omar es parte de La Secta de la Mano Negra. Omar les regala una caja como gesto de amistad. 

   

Golo los sigue al hotel, activando a la cobra venenosa que la caja contenía mediante música. Kalimán le exprime todo el veneno y la deja volver con su dueño. Siguen a Golo devuelta a la residencia de Omar donde son sorprendidos por la Araña Negra, capturándolos con una telaraña metálica. 

   

Kalimán y Solín son llevados a un calabozo mientras Omar y la Araña Negra se ufanan. Omar le recuerda a su cómplice sobre el cargamento que necesita que realice para él, indicándole la cantidad que recibirá. La Araña Negra exige que le pague en partes iguales, demostrando su gran ambición, y Omar, a regañadientes, accede. 
Kalimán troza la telaraña utilizando su daga que olvidaron quitarle y desde la celda se ocupa del guardia, quitándole las llaves para escapar. Regresa con los villanos y se desata otra lucha contra su archienemigo.

   

Golo interviene, noqueando a Kalimán con un boomerang, y dando cuenta de Solín de una sola bofetada. La Araña Negra se dispone a matar al inconsciente Kalimán pero Omar piensa que ese asesinato llamaría mucho la atención, prefiriendo enviarlo junto con Solín a su socio, Zabe, para que los saque de la ciudad y los ejecute. 
Zabe es un criminal metido en la trata de personas e incluye a Solín y a Kalimán en el último cargamento de esclavos, enjaulándolos con los demás. Kalimán despierta y considera la situación, alarmándose al ver que Solín formará parte de un absurdo espectáculo en el que lo harán pelear contra un fornido muchacho mongol. Haciendo uso de los conocimientos de lucha adquiridos durante la tutela de Kalimán, Solín logra imponerse y salir airoso, negándose a matar a su oponente después de derrotarlo. Exige la libertad que prometieron al vencedor pero todo era mentira y Zabe lo envía de vuelta al encierro. 
Omar la muestra a la Araña Negra el cargamento que le confiarán: empaques de cocaína ocultos en bolsas para transportar trigo. Tomando su caballo, el criminal parte rumbo a Luxor para efectuar la entrega. 
Zabe vende a Kalimán y a Solín a un rico sultán, emprendiendo el viaje de regreso a su residencia, costándoles todo un día de tiempo. Al anochecer, Kalimán se libera y le encarga a Solín servir de distracción para descontar a los guardias y convencer a los demás esclavos de revelarse, terminando en un saqueo que deja en la ruina al sultán.

   

Regresan con Zabe para asustarlo, y luego pasan a declarar con el Coronel Alexis, organizando una redada en la residencia de Omar. Para entonces (y después de haber ordenado a Golo matar a Zabe por su incompetencia), el árabe ya se ha ocupado de librarse de toda evidencia incriminatoria, burlándose abiertamente de su intento. 
Zulma se acerca a Kalimán y a Solín, ofreciéndoles información y guía si le permiten acompañarlos en su viaje, brindándole protección al temer que atenten contra su vida. Transportándose en caballos, inician el largo trayecto por el desierto para capturar a la Araña Negra antes de que llegue a Luxor. Al mismo tiempo, Omar hace preparativos para reunirse con su socio y advertirle que el Hombre Increíble sigue con vida. 
Durante el viaje, Kalimán y sus compañeros enfrentan un simún de arena y a un grupo de bandidos bereberes, saliendo airosos de cada predicamento. Encuentran un campamento beduino y Zulma les indica que pese a su mala fama, los acogerán al ser de su raza. No obstante, su hospitalidad resulta una trampa para confiarse y la misma Zulma echa somníferos en las bebidas de Kalimán y Solín, revelándose como una espía, cómplice de Omar. Los atan a un poste con el fin de doblegar a Kalimán, poniendo a los beduinos a disparar flechas que no dan en el blanco a propósito. Los nervios de acero de Kalimán los desconciertan y ordenan que amarren sus extremidades con cadenas tiradas por caballos. Kalimán resiste, flexionando los músculos, logrando que las cadenas se rompan antes que sus extremidades pero antes de poder hacer algo, Golo lo ataca.

   

Se data una tremenda lucha donde Kalimán se impone ante el gigante nubio, pero Omar lo golpea a traición, descontándolo. El árabe pretende quemarlo vivo pero Kalimán utiliza el “Actus Mortis” para engañarlos, prefiriendo dejarlo pudrirse en el desierto con Solín a su lado, partiendo al encuentro de la Araña Negra. 
Mientras, Martin Lucker y sus compañeros son detenidos por la policía aérea para inspeccionar su cargamento. Como el truco del trigo no los hace desistir y exigen sus identificaciones, la Araña Negra ordena su aniquilación inmediata. 
Kalimán y Solín siguen viajando por el desierto, en busca de provisiones, cuando les toca contemplar a una mujer nativa rodeada por feroces mandriles. Kalimán reta al jefe a pelear por su vida y logra vencerlo con sus hábiles maniobras. Se rehúsa a matarlo y el primate reconoce su nobleza, poniendo a los suyos a su disposición para tratarlos como sus huéspedes, dándole la comida y el descanso que necesitan para reponerse. La mujer, llamada Jul-Jak, se presenta como una princesa etíope que había sido capturada para venderla como esclava hasta que sus opresores fueron eliminados por sus guerreros, sucumbiendo a su vez ante los mandriles. Le agradece de corazón a Kalimán, indicando que tiene una deuda de vida con él, pero sin dar explicaciones, abandona durante la noche. Kalimán y Solín no le dan importancia y siguen adelante, despidiéndose de los mandriles. 
La Araña Negra llega a la ciudad de Asyut para tomar un descanso. Omar se adelante a instalarse, enviando por él para que se reúnan, revelando que Zulma también es amante del asesino. Lo notifican de la muerte de Kalimán y los criminales celebran jubilosos. 
Kalimán y Solín arriban también y Hombre Increíble se separa de su pupilo. Guiado por el hambre, Solín se expone y es descubierto por los criminales, capturándolo prontamente para obligar a Kalimán a salir.

   

La Araña Negra ordena que los lleven hasta unas antiguos ruinas, colocándolos en la clásica trampa de la compuerta de picos. Kalimán resiste, logrando que tanto él como Solín se posiciones sin que los picos los atraviesen, pero quedando en peligro de morir de asfixia. Aprovechando la humedad de la tierra, Kalimán cava lo más rápido que puede para zafarse, volviendo al exterior justo a tiempo. Dándolos por muertos, los villanos siguen de fiesta. 
   

Kalimán y Solín se hacen pasar por espíritus del más allá, apareciendo ante Omar para aterrorizarlo, poniéndolo en vergüenza cuando informa de esto a la Araña Negra y a Zulma, convencidos de que todo fue un alucine. Kalimán toma una túnica negra y Solín se pinta la piel de negro para infiltrarse entre los subordinados de sus enemigos, acompañándolos cuando reemprenden el viaje. 
Kalimán continúa con su plan de aterrorizar a Omar y derrumba un puente para retrasar el camino de los malhechores. Es descubierto pero usa la hipnosis para que el siervo crea verlos volar, dando el reporte a sus jefes, confirmando el temor de Omar sobre la venganza del más allá de Kalimán. Pero Martin Lucker es demasiado listo para caer en eso y sospecha que su archienemigo vive y se encuentra entre ellos. Ordena que se reúnan todos sus siervos y Kalimán no puede postergar más el encuentro, haciendo un ejercicio de gesticulación para que no reconozcan su rostro, logrando engañarlos. 
Omar ignora que la Araña Negra y Zulma conspiran en su contra, dispuestos a quedarse con todas las ganancias del cargamento de narcóticos. A su vez, Omar tampoco piensa compartir, planeando la muerte de su socio y también la de Zulma para que no queden testigos. 
Kalimán dificulta el viaje cortando las bolsas de agua para que se derrame a lo largo del camino. Su plan es revelar su identidad en el momento en que todos entran en pánico, exigiendo que le entreguen los narcóticos a cambio de llevarlos a un punto donde pueden conseguir agua para evitar la muerte. Golo se adelanta a noquearlo con su boomerang pero Omar le impide matarlo para obligarlo a que los guie hacia el agua. La Araña Negra, teniendo una cantimplora personal, aprovecha la oportunidad para abandonarlos a todos (incluso a Zulma, denotando la perversidad de su alma) a su suerte en el desierto, partiendo hacia Luxor con los narcóticos, sin mirar atrás.

   

Kalimán y Solín se apresuran a tomar un caballo para perseguirlo. Percatándose de la perseverancia de su enemigo, la Araña Negra se detiene y se oculta para dispararle a distancia, matando al caballo e hiriendo en el hombro al Hombre Increíble. Creyéndolo vencido, sigue su camino. Solín lamenta la suerte de su mentor pero Kalimán lo instiga para ayudarle a retirar la bala, justo a tiempo para disminuir la gravedad de la herida.

   

Aun así, sin transporte ni comida ni víveres, les espera una caminata infernal. 
Omar y Zulma son abandonados por casi todos sus siervos, quedando sólo Golo, el cual permanece tranquilo. Sin decir una palabra, los guía hasta un punto donde envía un llamado para convocar a sus hermanos de raza, salvándolos de la muerte. 
Solín no puede resistir más y Kalimán tiene que cargarlo pero bajo el calor del sol, su herida y el desgaste, no puede más y se desmaya, creyendo que todo ha terminado para ellos. Reacciona al recibir una patada de Omar, ordenando a los nubios que los alimenten para que recobren fuerzas antes de la muerte miserable que les tienen preparada.

   

Omar, Zulma y Golo siguen adelante para vengarse de la Araña Negra, dejando que los nubios se encarguen de Kalimán y Solín, arrojándolos a un volcán activo para sacrificarlos ante su ídolo de la muerte. Se salvan a duras penas y mediante la ventriloquia sobre su ídolo, Kalimán los aterra para poder salir del volcán. Los nubios persisten en cerrarles el paso y aprovechan el encuentro de un gigantesco buitre que emprende el vuelo para sujetarse a sus patas y eludirlos.

   

El buitre los deja caer en otro punto del desierto y prosiguen su camino. 
La Araña Negra por fin llega a Luxor y pronto se hospeda en un hotel para descansar. Su llegada no pasa desapercibida y un asesino es enviado a su cuarto para apuñalarlo mientras duerme. 
Para ayudar a Solín a resistir el resto del camino, Kalimán lo hipnotiza para que no siente hambre, sed ni cansancio, mas eso no significa que no muera inevitablemente al gastar todas sus fuerzas. Al pisar arenas movedizas, queda atrapado y con su pupilo imposibilitado para ayudar en el trance hipnótico, ambos parecen condenados a morir.

   

Continuará…

 

jueves, 30 de mayo de 2013

La Bruja Blanca: Tercera Parte

 

Kalimán, el Hombre Increíble No. 256-278 

Los gorilas Moloc y Guk protestan ante la orden de la Bruja Blanca sobre no matar a los extranjeros (aunque en el fondo, a ella solo le interesa Kalimán, considerando sacrificar a los demás, en especial a Yulma, de quien siente celos después de haber visto al Hombre Increíble arriesgar la vida para salvarla). 
Kalimán y sus compañeros siguen adelante, buscando la mina de diamantes para cumplir su cometido. Kalimán presiente que son vigilados por los gorilas humanos pero se limita a compartir la información con el Profesor Galeno, así como su avistamiento de la Bruja Blanca. Yambo se queda a vigilar mientras los demás descansan y Kalimán aprovecha para usar la Percepción ExtraSensorial, visitando el templo donde los gorilas humanos han asentados su refugio, introduciéndose para husmear sin ser visto. Se interesa especialmente en un libro compuesto de familiares jeroglíficos pero regresa a su cuerpo al escuchar los gritos de Yulma, en peligro de ser asesinada por la Bruja Blanca. Ésta huye antes de que Kalimán pueda verla pero, esta vez, todos son enterados de su existencia. Oculta, la mujer salvaje ve a Yulma ser tranquilizada por Kalimán y sus celos se incrementan, regresando con sus súbditos para darles nuevas ordenes.

   

Le ofrece a Moloc darle a Yulma como esposa y así quitarla de su camino. Finalmente, los gorilas entran en acción, atacándolos sorpresivamente, montados en cebras. Galeno, Yambo y Yulma son capturados mientras que Kalimán es abatido a golpes y Solín consigue ocultarse.

   

Kalimán asume que planean sacrificar a sus compañeros y guía a Solín por el camino memorizado hacia el templo. 
A distancia, Tac-Tac sigue al acecho, pendiente de cada movimiento de Kalimán, inmerso en su obsesión por la mina de diamantes y su deseo de venganza. 
Yulma, en poder de Moloc, teme lo peor, y es arrojada a una celda, lamentando su triste situación. Los inconscientes Yambo y Galeno son encerrados también, conscientes del destino que les deparan los gorilas. 
Kalimán y Solín escalan el muro para acercarse a su objetivo, pero al buscar un camino, caen en la trampa de las flores de aroma adormecedor. La Bruja Blanca, inmune, se regocija de tener a Kalimán a sus pies, decidida a hacerlo suyo. Pero no cuenta con la resistencia sobrehumana de Kalimán, quien sólo se fingió inconsciente para sorprenderla.

   

Tiene lugar un breve forcejeo, comprobando que la salvaje es más fuerte de lo que parece, sorprendiendo a Kalimán y escapando de su alcance. Kalimán carga a Solín, lejos de las flores, hasta que recupera la consciencia y siguen su camino, pero la Bruja Blanca prepara su siguiente maniobra mediante el ataque de una pantera. Para desconcertarlos, la Bruja Blanca les hace creer que se transformó en la pantera pero Kalimán se da cuenta del truco y utiliza habilidad y destreza para derrotar a la fiera, golpeándola en puntos sensibles.

   

La salvaje queda aun más impresionada, obsesionada con la idea de hacerlo su pareja. 
Yulma es sacada de la jaula para llevarla a lo alto de una torre donde Moloc se dispone a reclamar sus “derechos” sobre ella, provocando que libere gritos de terror, llegando a oídos de Kalimán y Solín. Kalimán escala rápidamente para detenerlo mientras Solín es capturado por los gorilas abajo. La estrecha ventana sólo le permite a Kalimán intervenir con su nueva cerbatana de dardos somníferos, pero por accidente, el proyectil le da a Yulma. Moloc la cree muerta y arremete contra Kalimán, obligándolo a descender pero no suficiente, ya que abajo los gorilas lo esperan.

   

Arrojándole piedras, terminan por hacerlo caer, preparando una red que amortigua el impacto y a la vez, sirve para capturarlo. Guk insiste en que lo maten pero la Bruja Blanca se rehúsa y ordena que lo encarcelen. Moloc siente un gran rencor hacia el Hombre Increíble por arrebatarle a Yulma, no quedándole de otra que arrojarla a la fosa donde dejan pudrirse los cadáveres (despertando ella cuando se pasa el efecto de los dardos somníferos, viéndose atrapada). 
El grupo de Tac-Tac es descubierto por los gorilas pero el cazador se impone (revelando que su pata de palo tiene un rifle incorporado), confiado en que prevalecerá en el territorio enemigo hasta obtener lo que quiere. 
Guk habla en confidencia con Moloc, urdiendo un plan para matar a Kalimán y así augurar la amenaza que significa para ellos. Organizan que lo cambien de celda sin que su reina lo sepa, colocándolo a propósito en una que tiene un bloque suelto, conduciendo a un acceso secreto. Kalimán hace exactamente lo que esperaban, tomándolo como una salida, llevándolo a un rio subterráneo donde habitan feroces cocodrilos ciegos.

   

Al mismo tiempo, Yambo, Galeno y Solín son sacados de sus celdas para sacrificarlos en nombre de Bari-Gog. Kalimán resiste ante el ataque de los cocodrilos, logrando burlarlos y abrirse camino para dar con el acceso a la libertad, dejándolo en el interior de la cabeza de la estatua gigante de Bari-Gog, pudiendo contemplar desde ahí la suerte de sus amigos. Imitando los gruñidos del gorila, aterroriza a los súbditos de la Bruja Blanca, pero ella es astuta y no cree que su deidad pueda hacerles daño, exigiendo que proceda el sacrificio. No viendo otra alternativa, Kalimán sale de la inmensa estatua y calcula el punto exacto para hacer de palanca y derribarla, sobresaltando a las bestias y a su reina, al ver a su ídolo destruido.

   

Kalimán se reúne con sus compañeros y no tardan en dar con Yulma pero sus enemigos los persiguen a través de la selva. Penetran en el templo, encontrando los cadáveres momificados de exploradores de otras épocas y dan con el antiguo libro que interesa a Kalimán.

   

Revisa sus páginas, traduciendo los jeroglíficos para deducir el origen de la Bruja Blanca como una niña sobreviviente de un accidente de avión que fue acogida por los gorilas hasta desarrollarse como su soberana y adiestrarlos en los modos de los humanos. Yambo es puesto a vigilar pero un gorila lo noquea de un garrotazo y se prepara el ataque. Kalimán intenta localizar las vibraciones de la persona que escribió el libro cuando presiente el peligro y les indica que se escondan. Los gorilas irrumpan y Moloc es sorprendido por el Hombre Increíble, tomándolo como rehén.

   

Solicita hablar con la Bruja Blanca, ofreciendo su amistad. Ella accede y ordena a sus súbditos no atacar cuando Kalimán deja ir a Moloc. Kalimán explica en que consiste su misión de devolver el diamante a las minas, aclarando que después partirán sin más. La joven salvaje se inclina a creerle pero los celos que despierta la presencia de Yulma la enardecen y reta a Kalimán a demostrar su valor y destreza si acepta guiarlos hacia las minas de diamantes.

   

Cercas, Tac-Tac y sus hombres no pierden detalle, estando próximo su momento de intervenir y tomar ventaja de la situación. La Bruja Blanca los lleva a la entrada de las minas, sellándola para dejarlos encerrados dentro, alegando que “Wana-Gog” se encargará de ellos. El grupo de Kalimán no tiene más opción que avanzar, hallando restos de cadáveres de otros que se atrevieron a entrar a la caverna, ignorando que son acechados por extraños hombres de barro.

   

Afuera, el grupo de Tac-Tac se mantiene a la espera. El cazador divisa a la Bruja Blanca, acechándola y siguiéndola sin que se de cuenta, contemplando como ella logra entrar a la mina por un acceso secreto, decidiendo aguardar a su regreso para capturarla. 
Kalimán deja a sus compañeros un rato para llegar hasta el sarcófago que percibió antes donde se encuentra la persona que elaboró el libro, descubriendo la identidad de Wana-Gog: el cuerpo momificado de un hombre con cara de gorila. Con sus poderes mentales, Kalimán consigue conocer parte de la historia de ese hombre, un anciano árabe que le enseñara muchas cosas que contribuyeron al desarrollo de la Bruja Blanca y su comunidad de gorilas organizados. Escucha los gritos de sus compañeros al aparecerse los hombres de barro, revelados como infortunados que quedaron atrapados en la caverna, sobreviviendo a duras penas a través del consumo de raíces.

   

Se retiran, advirtiéndoles que es inevitable que sufran el mismo destino ya que no hay salida. Recuperados de la impresión, Kalimán invita a sus amigos a contemplar al hombre-gorila momificado, reconociendo que la Bruja Blanca lo puso ahí para amedrentarlos. Kalimán deduce que le dieron algún brebaje para transformarlo mas eso no explicó porque se momificó tan rápidamente, ya que no ha pasado tanto tiempo desde que murió. Siguen su camino, abriendo puertas secretas, y la salvaje continua espiando en todo momento. 
Los subordinados de Tac-Tac intentan aprovechar su ausencia para escapar, tocándoles ser masacrados por Moloc y sus compañeros. El cazador se percata del hecho pero no le importa, considerando que al tomar a la Bruja Blanca como rehén no tendrá ningún problema.

   

La Bruja Blanca se hace presente, exigiéndole a Kalimán aceptar convertirse en su esclavo para salir de ahí. El Hombre Increíble se niega e intenta capturarla pero astutamente escapa y bloquea el camino para que no puedan seguirla. Conforme el grupo de Kalimán sigue adelante, el Hombre Increíble se percata de que la humedad y otros factores de la caverna afectan a la piel, surgiendo arrugas que indican como fue que Wana-Gog quedó momificado tan pronto, esperándoles el mismo destino.

   

La Bruja Blanca sale al exterior y es sorprendida por Tac-Tac, dominándola como protección para que no lo ataquen sus gorilas. 
Kalimán y sus compañeros encuentran por fin el depósito de diamantes (cumpliendo la misión de devolver el que le costó la vida al padre de Yulma) pero el pánico crece al considerar su estado, envejeciendo con increíble rapidez. Su única esperanza es escapar y Kalimán los anima a resistir en lo que él busca una salida que solucione su problema.

   

Tac-Tac se abre paso, apuntándole a la Bruja Blanca con su arma, ordenando que le preparen un cargamento de diamantes si no quieren que la mate. Reconociendo la peligrosidad de su arma, los primates deben ver por la seguridad de su soberana y se ponen a cumplir sus demandas. 
Con la Percepción ExtraSensorial, Kalimán comprueba que la única forma de salir es por arriba, provocando un derrumbe que permita el acceso al exterior. Resisten como pueden la debilidad y los estragos, ascendiendo para recuperar la salud.

   

Tac-Tac se instala en el templo y obliga a la Bruja Blanca a servirle, advirtiéndole que también piensa llevársela en calidad de esclava.

   

La salvaje soporta sus humillaciones, pero a la primera oportunidad, le prepara el mismo brebaje que transformó a su tutor, logrando que lo beba, deleitándose en la espera de ver el cambio del rostro del codicioso cazador. 
Guk propone que ataquen a Tac-Tac durante la noche para rescatar a su soberana. Moloc dirige el atentado pero el cazador es bastante vivo y mata a los que tratan de acercarse. Su reina les ordena regresar para no exponerse más y Tac-Tac la castiga, atándola de las manos para que no intente escapar. 
Al amanecer, la transformación ha comenzado y el rostro de Tac-Tac semeja al de un simio. La Bruja Blanca se divierte a sus costillas mientras él no sospecha nada, saliendo para recoger sus diamantes. Su pedido fue cumplido pero la salvaje le hace ver que no podrá cargar todo él solo, por lo que solicita la ayuda de sus súbditos, amenazándola de nueva cuenta. 
Kalimán y sus compañeros se recuperan y son atraídos por el sonido de los disparos del cazador. 
La Bruja Blanca le hace ver lo que le hizo a su rostro y Tac-Tac se conmociona.

   

Considera que la única forma de revertir su brujería es derramando su sangre. Kalimán interviene pero Tac-Tac dispara a lo loco para distraerlo, llevándosela a la selva para llevar a cabo su irracional método. El cazador amordaza a la salvaje y empieza a aporrearla con una vara.

   

Moloc acude para defenderla, recibiendo sus disparos, resistiendo para arrebatarle el arma. Como el gorila sigue avanzando, Tac-Tac recurre al rifle oculto en su pata de palo, derribándolo finalmente. 

   

Kalimán regresa y la Bruja Blanca le advierte a tiempo del arma oculta de Tac-Tac Con sus ultimas fuerzas, Moloc arroja su espada, clavándose en la espalda del cazador, hiriéndolo de muerte. Al expirar, el rostro de Tac-Tac recupera sus facciones normales.

   

Sin más obstáculos, Kalimán confronta a la Bruja Blanca, insistente en someterlo bajo su voluntad. Tiene lugar una fuerte disputa que termina con la salvaje huyendo y el Hombre Increíble corre detrás de ella. Kalimán se acuerda de sus amigos y regresa con ellos, descubriendo que han sido capturados por los gorilas, dispuestos a sacrificarlos. La Bruja Blanca ocupa su trono y ofrece dejarlos ir a cambio de que él se quede con ella pero Kalimán no acepta el trato.

   

Dos de sus guerreros se lanzan a atacarlo pero el Hombre Increíble los desconcierta a través de la hipnosis. Alcanza a la Bruja Blanca, intentando apaciguarla con el poder de su mente para que reconozca su personalidad humana y acepte regresar a la civilización con ellos. Guk toma medidas drásticas, invocando a Bari-Gog, que no tarda en responder. Los gorilas no aceptan la decisión de su soberana de abandonarlos para irse con los intrusos, dispuestos a matar a Kalimán, cuando irrumpe el gorila gigante. Kalimán (cargando con la Bruja Blanca) y sus compañeros echan a correr pero es imposible escapar del alcance del coloso. La Bruja Blanca se resigna y detiene a Bari-Gog, aceptando regresar con él. Kalimán no puede impedirlo y la ve partir, mas Galeno le hace ver que ella nunca sería feliz en la civilización.

   

La aventura termina y emprenden el camino de regreso, dejando entrever los pensamientos entrelazados de Kalimán y la Bruja Blanca. 


Reflexiones… 
Lamento decir que esta es una de las más aburridas e intrascendentes series de Kalimán, fracasando en casi todos los aspectos para proporcionar algo digno de ser recordado. Una propuesta fallida de la combinación de dos tramas de radionovelas positivamente mucho mejor realizadas en comparación. 
Para empezar, la serie es innecesariamente larga, siendo muy notoria la forma en que estiran todo lo que pueden las secuencias y pierden demasiado tiempo en irrelevancias y subtramas sin importancia. Tarda tanto en suceder algo y se la pasan repitiendo hipótesis y explicaciones que ya deberían haber quedado muy claras números atrás (como si esperaran recibir nuevos lectores a cada número). El personaje principal que da nombre a la serie ni siquiera aparece sino hasta que ya estamos a la mitad de la historia, y su presencia no se siente nada realmente impactante (siendo probablemente el personaje más desperdiciado a lo largo de la misma). Hablan y hablan tanto sobre la Bruja Blanca y sus gorilas humanos, si existen o no, que cuando los vemos simplemente se ha perdido el interés, habiendo mantenido una atmosfera de intriga inexistente. 
Otro problema es que Kalimán tiene demasiados compañeros de viaje en esta ocasión. Lo normal es que sólo estén él y Solín con alguna damisela en desgracia y aliados incidentales pero exageraron demasiado al incorporar personajes que poco o nada aportaron en la trama (sólo anduvieron de un lado para otro, ninguno murió pero era igual a como si no estuvieran ahí). Y el final es de lo màs anticlimatico, dando al traste con todo pero desde un principio era obvio que se habìa perdido la calidad de la historia desde que el motivo del viaje fuera demasiado simple. 
Una historia pésima que apenas hace lucir a Kalimán y los elementos que lo caracterizan, reducida a prácticamente puro relleno. 

Curiosidades y metidas de pata
 • En esta ocasión, debido a la selección de la siguiente serie (otro retroceso), a partir del No. 273, los últimos capítulos de extensión a medias (16. Págs.), se presentan juntos. 
• Una vez más, hay un capitulo perdido entre el No. 217 y 218
• Se presenta un caso similar al de la serie El Faraón Sagrado donde cuentan la numeración de la edición original sin darse cuenta. Lo extraño es que esta vez se extiende a que repiten las numeraciones de la segunda reimpresión de la serie en la revista original (No. 217-231= No. 1335-1351) y luego de la primera vez (No. 232-244=No. 581-594), dejándose de estas confusiones para el No. 245
• Encontramos portadas repetidas en los No. 224 y 225 (correspondiendo, respectivamente, a las del No. 17 y 23). 
• Nunca se reveló el misterio del niño-gorila (si era procedente de la tribu de gorilas humanos o acaso algún mocoso en que quien experimentara la Bruja Blanca con sus brebajes). Además, al principio presentan a la criatura con cuerpo de gorila y rostro humano, pero después lo modifican para que sólo parezca un gorila con ligero parecido facial humano. 
• Las Panteras Negras nunca reaparecen en la historia, haciendo críptico el hecho de si realmente estaban relacionados con la mina de diamantes de los gorilas humanos o no. 
• La flauta que Yambo le regalaba a Solín al comienzo del viaje parecía un indicio de que en algún punto al niño le serviría para recordar sus habilidades como encantador de serpientes. No obstante, jamás la utilizó a lo largo de la aventura. 
• Kalimán le advertía a Yambo que no tenía que arriesgarse estando con ellos durante la expedición después de resguardarse en el campamento de la presa. Pero si así estaba la cosa… ¿No debería habérselo dicho desde antes de que montaran el peligroso numerito de los terroristas? 
• Vaya que les trae sin cuidado despertar rumores extraños con escenas perturbadoras como esta:

   

• Sabemos que Kalimán tiene tendencia a soltar las mismas frases de sabiduría a lo largo de cada una de sus aventuras. Una de las que utiliza menos pero que tiene su sello es: “A veces la realidad es increíble, y a veces lo increíble se hace realidad”. Debido a que es algo que dice una o dos veces por serie no es tan recurrente como las otras. Sin embargo, en esta serie rompió el record al proferirla en diez ocasiones. 
• Volvemos a encontrarnos con portadas mentirosas.

   

En el No. 234, la Bruja Blanca todavía no aparece, no tenemos ni idea de quien es ese fulano que no se parece en nada al Profesor Galeno y tampoco sus súbditos corresponden al diseño que le darían a los gorilas humanos.

   

En el No. 240, Solín nunca estuvo a punto de ser atacado por un mandril ni tuvo tales pensamientos, ya que sólo se encontraban en la sala de trofeos de Tac-Tac y solamente le impresionò el cuerpo disecado de un gorila humano.

   

La ilustración del No. 243 definitivamente no tiene sentido ya que ni como una alucinación sucedió (y jamás hubo una alianza ni relación entre Tac-Tac y Zafiro).

   

Tampoco fueron atacados ni alucinaron con esqueletos guerreros en el No. 267.

   

Y definitivamente la momia de Wana-Gog no era de las que se reaniman como nos indica la del No. 271.

 

miércoles, 29 de mayo de 2013

La Bruja Blanca: Segunda Parte

 

Kalimán, el Hombre Increíble No. 237-255 

Zafiro obliga al piloto a aterrizar cerca de una aldea Watussi donde es respetado como un personaje importante, ya que es hijo del jefe. Ordena que maten al piloto, habiendo agotado su uso, e invita a Galeno a aceptar su “hospitalidad”, haciéndole comprender que ahora es su prisionero. 
Kalimán y sus compañeros toman un vehículo y parten lo más pronto posible para seguir con su misión. Después de recorrer parte del camino son detenidos por miembros de la tribu Mau-Mau con armas. Kalimán se apodera del volante para emplear una arriesgada maniobra de escape, sacrificando el vehículo para hacerles creer que han muerto y sorprenderlos. Con sus trucos de ilusionismo, Kalimán consigue que la mayoría salgan corriendo, capturando a uno para que le de una explicación.

   

Éste menciona el nombre de “Tac-Tac”, cuya voluntad ellos obedecen y gobierna el territorio. Lo obligan a que los lleve ante su presencia pero les tiende una trampa en la balsa, dejando que el rìo los arrastre. La audacia de Kalimán permite que todos salgan con vida y regresen a tierra firme, donde escuchan el sonido de tambores. Los compañeros de Kalimán se ven separados y capturados súbitamente, dejándolo solo. Con la Percepción ExtraSensorial, Kalimán localiza a Solín, encontrándolo utilizado como carnada humana por el misterioso Tac-Tac. Escondido, éste amenaza con disparos a distancia al Hombre Increíble, ordenándole no intervenir en su cacería. Un león de melena negra aparece y un certero tiro de Tac-Tac pone fin a su vida.

   

Kalimán libera a Solín pero pronto se ven rodeados de guerreros Mau-Mau, llevándolos hacia una serie de jaulas que contienen a los animales capturados por Tac-Tac, quien finalmente se presenta ante ellos, revelado como un cazador extranjero llamado Gory Gog al que le falta una pierna (recibiendo el apodo de “Tac-Tac” por el sonido que hace su pata de palo). Los recibe con una mezcla de amabilidad y burlas, conduciéndolos a su sala de trofeos, surgiendo un choque de opiniones entre él y Hombre Increíble sobre sus aficiones.

   

Al hablar Kalimán sobre su objetivo, Tac-Tac niega rotundamente que existan ni la mina de diamantes (que ambiciona) ni la “Bruja Blanca” (que planea capturar para vanagloriarse). Los reúne con Yulma y Yambo, ofreciéndoles bebidas que contienen narcóticos para dormir. Sólo Kalimán alcanza a tomar la suya y cae inconsciente. Tac-Tac ordena que los encierren en jaulas hasta que aprendan a “domesticarse”, mostrando un interés especial en Kalimán.

   

El Hombre Increíble despierta, indignado ante la situación, liberándose a la primera oportunidad, doblando los barrotes después de engañar al guardia mediante ventriloquia para hacerle creer que los animales hablan. Tac-Tac es informado pero para cuando acude Kalimán ya ha liberado a sus compañeros y a los animales cautivos. Kalimán entretiene al cazador usando la ventriloquia para que crea que se convirtió en leopardo, permitiendo que se desate el caos con los animales sueltos. Tac-Tac jura venganza. 
Kalimán y sus compañeros reanudan el viaje en una barca para seguir internándose en la selva. Mientras, en la aldea Watussi, Galeno es envenenado lentamente por órdenes de Zafiro, como parte de un plan para quitarlo de su camino con sutileza.

   

Zafiro hace los preparativos para dirigirse a las minas de diamantes, ignorando las suplicas del profesor de no abandonarlo, confiando en que estará muerto para cuando él regrese. 
Kalimán y sus compañeros recolectan alimentos en la selva, ignorando que un gorila con inteligencia humana los espía, reconociéndolos como intrusos que deben morir.

   

Sorprende a Solín y a Yulma pero se retira antes de que Kalimán pueda verlo, viendo las huellas que dejó que verifican su presencia. La descripción concuerda con lo que esperaban del cuento de los gorilas humanos (aunque Kalimán se pasa con sus argumentos escépticos). El gorila se reúne con los suyos y destruyen la barca para que no puedan escapar. El grupo de Kalimán llega muy tarde para impedirlo y los siguen a distancia, observando como se encargan de administrar un cargamento de bambú (que emplearán para fabricar lanzas). Toman la balsa de los gorilas para seguir su camino pero los descubren y los atacan desde lo alto con enormes piedras.

   

Eludiendo las piedras y permaneciendo sumergidos, los hacen creer que los aniquilaron y se ponen a salvo en otro punto, deliberando sobre la aparente confirmación de la tribu de gorilas humanos (sintiendo Kalimán que podría estar próximo su encuentro con la “Bruja Blanca”). 
De vuelta con Zafiro y su comitiva, su camino los lleva a la caverna que da al territorio de los gorilas humanos. Las inteligentes bestias los atacan brutalmente con un bombardeo de piedras, masacrándolos en instantes. A distancia, el grupo de Kalimán sigue el rastro de los gorilas, habiendo conseguido otra balsa. Les toca descubrir a un moribundo Zafiro, delirando en sus últimos momentos, describiendo a sus atacantes. Kalimán inquiere sobre lo que pasó con Galeno pero Zafiro sólo alcanza a mencionar la aldea antes de estirar la pata.

   

Compasivo, Kalimán lo entierra y expresa su deseo porque encuentre el descanso eterno. Continúan adelante y son emboscados por los guerreros Watussi, llevándolos a la aldea. 
Mientras, en la aldea de los gorilas, finalmente conocemos a la Bruja Blanca, participando en una ceremonia ritual ante sus súbditos, ordenando la ejecución de un nativo que capturaron, ya que no perdonan a los invasores.

   

En la aldea Watussi, Kalimán pide pelear por la vida de sus compañeros pero les niegan el derecho, rodeándolos en formación para que no puedan salir, liberando a un león de melena negra para sacrificarlos. Kalimán se enfrenta a la bestia, resistiendo como puede, hasta que tiene oportunidad de derribarlo con un dardo somnífero.

   

Un certero tiro a distancia destruye su cerbatana y se presenta Tac-Tac, mostrándose como un respetable aliado de los Watussi. Su intención es llenar de balas a Kalimán pero con la hipnosis, le hace creer que su arma se derrite.

   

Tac-Tac y los Watussi echan a correr y Kalimán rompe el arma, procediendo a entrar a la tienda donde Galeno sigue siendo sufriendo por el envenenamiento. Afuera, Tac-Tac convence a los Watussi de superar su miedo y prenderle fuego a la tienda para eliminar al “brujo”. Aprovechando la humedad del suelo, Kalimán cava rápidamente para sacar a sus compañeros de ahí en lo que el fuego consume la tienda, frustrando al cazador. 
Kalimán y sus compañeros huyen a través de la selva, siendo perseguidos de cerca por Tac-Tac y los Watussi. Kalimán recibe toda su atención, ascendiendo hacia una montaña donde cae hacia el rio, saliendo ileso del impacto y reuniéndose con los demás, logrando perderlos momentáneamente. Galeno reacciona, recuperándose poco a poco y lo ponen al tanto del destino de Zafiro, exigiendo que le permitan integrarse al grupo ya que no podrá descansar hasta ver con sus propios ojos a los gorilas. 
Durante la recolección de comida, encuentran una estatua que representa a la deidad pagana de los gorilas humanos, siendo espiados por otro gorila que enseguida corre la voz hasta su aldea. Guk, el más anciano de los gorilas, informa directamente a su reina sobre la presencia de los extranjeros. Ella se muestra interesada en conocerlos.
 Volviendo a la barca, el grupo de Kalimán penetra a la caverna tras el paso de la cascada.

   

Debido a las órdenes de la Bruja Blanca, los gorilas se limitan a espiarlos, permitiendo que se adentren más. Llegan a una apacible sección selvática donde Solín cae en una trampa, identificada por Kalimán como producto de los temibles pigmeos. Kalimán ayuda a sacarlo y les advierte no mostrar temor, percibiendo que se encuentran rodeados por los pequeños salvajes, armados con flechas envenenadas. Prendiendo una fogata, consiguen mantenerlos alejados, protegidos por la oscuridad de la noche pero dejando que se turnen la vigilancia.

   

Kalimán utiliza la Percepción ExtraSensorial para inspeccionar los alrededores apartados, divisando a un gorila gigantesco. Regresa a su cuerpo y decide guardarse ese descubrimiento hasta estar seguro de que lo que vio fue real. 
En sus aposentos, la Bruja Blanca es informada de la localización de los extranjeros, poniéndose en marcha para conocerlos. 
Mientras, Tac-Tac y los Watussi siguen el rastro, pasando por el acceso de la cascada, rumbo a un reencuentro fatal. 
Los pigmeos finalmente hacen su movimiento. Kalimán cae en una trampa selvática que lo mantiene distraído en lo que ellos amenazan a los demás, siendo una maniobra cuyo único fin era capturar a Yulma. Kalimán se reúne con ellos y es puesto al tanto, partiendo con Solín para rescatarla, indicándoles a Galeno y a Yambo que los esperen. Eventualmente, se cansan de esperarlos y acaban cayendo en la misma trampa que Solín, quedando atrapados en un agujero, sin esperanzas de salir. 
Kalimán y Solín se acercan a la aldea de los pigmeos, viendo que han atado a Yulma para sacrificarla ante el gorila gigante, invocándolo en la distancia. La Bruja Blanca se da cuenta, ligeramente contrariada al sentir que irritan a “Bari-Gog” innecesariamente. 
Para liberar a Yulma, Kalimán crea una distracción, aprovechando la dirección del viento para desatar un incendio que alcanza a la aldea de los pigmeos, orillándolos a batir retirada.

   

Apenas la tiene en sus brazos, Bari-Gog se presenta y no le queda de otra más que hacerle frente, retándolo a pelear.

   

La bestia acepta y una desigual lucha se desata, imponiéndose la fuerza bruta del gorila sobre el Hombre Increíble, atrapándolo en su abrazo triturador de huesos.

   

La Bruja Blanca observa todo y llama al gorila para que desista, dejando a Kalimán y regresando a su rincón de la selva. Intrigado, Kalimán lo sigue con precaución, divisando a la exótica mujer, confirmando su existencia. Regresan con Yambo y Galeno, sacándolos y siguiendo otro camino, ignorando que Tac-Tac y los Watussi van tras su pista. 
De vuelta en sus aposentos, la Bruja Blanca ordena que no maten a los extranjeros, indicando estar interesada en conocer mejor a Kalimán.

   

Continuará…