viernes, 7 de septiembre de 2012

Auge y caída de la Gran Vaca en México

El éxito de Spawn llevó a Editorial Vid a experimentar con más títulos independientes y entre el amplio margen de estas publicaciones, uno a destacar fue el de los pertenecientes al sello de Top Cow Productions. Esta empresa no es más que una subdivisión de Image Comics (es decir, independiente pero sin separarse del todo del sello Image, una de tantas porque al final son varios creativos de los que trabajaban para Image que les dio por crear sus propias compañías, para “independizarse” un poco más) y en un principio ofrecía una gala de atractivos títulos que Editorial Vid no podía ignorar, yéndose seguida por lo grande: Witchblade y The Darkness.
Estos dos títulos corresponden a creaciones de Marc Silvestri (por lo que debemos tomarlo como el “McFarlane” de Top Cow) renombrado artista que ya iba forjando su propia trayectoria. Otro aspecto en común de estos títulos, es el vínculo común que comparten, llegando a hilar sus historias en ocasiones (por lo que podríamos decir que ambos, junto con el resto de títulos de Top Cow, pertenecen a la misma continuidad, que a veces también es parte de Image). 
En 1998, Vid toma la iniciativa publicando Witchblade, y desde un principio se vislumbraba a The Darkness en el horizonte, siendo lanzado al siguiente año, adoptando un orden alternado (manteniendo a ambos como títulos mensuales ya que en un principio, Witchblade era catorcenal). El recibimiento de ambos fue enorme pero la mecha se apagó mucho antes que la de Spawn. ¿Por qué? Nadie lo sabe (bueno, tal vez los constantes plot holes tuvieron que ver en algo). Lo único cierto es que llegaron más lejos que otros títulos (lo único que se les aproxima a ellos sería Gen13).
Todo inicio con Witchblade (subtitulado como “El Guante Mortal”), un cómic que nunca ha igualado la popularidad de Spawn (pese a producir una serie de televisión y una adaptación en anime), avanzando sin problemas hasta su cancelación (sin aviso) en el #47. Durante este periodo, llegaron a lanzarse ediciones especiales limitados a crossovers, contando los que tuvo con JLA, Spawn (versión medieval), Tomb Raider, y claro, The Darkness. Durante algún tiempo, se contempló la posibilidad de publicar Tales of The Witchblade pero nunca sucedió (lo compensaron publicando artículos de resumen dentro de la revista de las diversas historias que se presentaron en dicho titulo). 
Al retirarse Witchblade, The Darkness (subtitulado “Oscuridad”…creo que todos podemos entender eso) se quedó solo, convirtiéndose en el único titulo conservado de Top Cow pero ya no fue lo mismo. El entusiasmo se esfumó y de un día para otro perdió su consistencia, volviéndose una revista de periodicidad irregular que milagrosamente, logró completar su primer ciclo en el #40. The Darkness continuó en Estados Unidos, adoptando un nuevo estilo, reiniciando su numeración como Volumen 2, pero ya no hubo suficiente apoyo para que los de Vid se molestaran en traerlo (como “premio de consolación”, trajeron Tales of The Darkness, un bodrio que sólo duró cuatro números, el cual de algún modo pudieron publicar integro). En edición especiales, México sólo vio a Darkness en un crossover con Batman (posiblemente una de las mejores historias de ambos personajes). Lo demás fueron sus crossovers con Witchblade (entre ambas revistas, un especial aparte, y dos miniseries donde se las vieron con Aliens y Predator, populares razas extraterrestres de las películas cuya licencia fue obtenida por Dark Horse, de los que Editorial Vid ya nos había traído muchos otros crossovers y los mismos crossovers entre ellos), siendo un tanto mediocre la mayor parte.
Otro titulo de Top Cow que se lanzó poco antes de la caída de Witchblade y Darkness fue Tomb Raider (surgido a partir del tentativo crossover de Witchblade), protagonizado por la aventurera de los videojuegos, Lara Croft (así es, un personaje no original de Top Cow pero obtuvieron los derechos para producir sus comics). Desafortunadamente, aunque el especial fue muy solicitado, la revista regular no obtuvo mucho apoyo que digamos, y también fue cancelada sin aviso alguno (y peor aun, dejando un arco inconcluso).
Todas estas publicaciones fueron producidas con una presentación excelente (al principio) que indicaba la dedicación de la editorial y sus colaboradores, pero pronto quedó claro que perdían el interés (al igual que los lectores) y con eso todo terminó y nunca se volvió a intentar publicar nada más de Top Cow (y vaya que muchos esperaban ver otros títulos como la otra obra aclamada de Silvestri: Fathom). 
Mala suerte. 
Con esa apertura, iniciamos otro recorrido nostálgico entre las tinieblas del ayer.
“¡Aprisa, mortal! ¡Que los cuentos de caos y oscuridad comiencen!”

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