viernes, 22 de febrero de 2019

Punisher Max (Parte 2): Hasta nunca, Frank

Marvel Televisa (Tercera Oleada)

La revista de Punisher Max concluye tras un par de arcos más. O, mejor dicho, es cancelada irremediablemente.

En Los esclavistas (No. 13-18), manteniendo el arte de Fernández, Punisher enfrenta una de las peores explotaciones criminales conocidas, ejerciendo sus métodos de costumbre, con mayor brutalidad que nunca.

Todo cambia al llegar a Barracuda, (No. 19-21), y no solo por el dibujo acreditado a Goran Parlov, y que Punisher tenga que enfrentarse a un tipo criminal muy distinto (el empresarial corporativo), por no decir a uno de los oponentes más peligrosos que ha enfrentado a lo largo de su carrera (dentro de esta línea y la continuidad normal).

Como en este punto el material de Deadpool se agotó, en vez de conseguirle un reemplazo, se decidió mantener el formato de cómic triple, dándole doble espacio al arco de Punisher. No obstante, esto significó el inminente final de la revista, una vez concluido, demostrando que no había manera de mantener un título tan estremecedor en nuestro país.

Con todo, fue un bello experimento y disfrutamos de una de las mejores series de Frank Castle en toda su esplendorosa crudeza por parte de Ennis.


Punisher No. 13

Punisher #25: Durante una de sus matanzas habituales de peces gordos y sus subordinados, Frank conoce a Viorica, una joven extranjera que había sido obligada a prostituirse por una discreta “compañía familiar” cuyo negocio principal es la trata de blancas. Durante el incidente, los oficiales Russ Parker y Marcie Miller se interponen en el camino de Frank, ganándose unos cuantos golpes. Cristu Bulat, el dueño del negocio junto con su padre, Tiberiu, y su pareja, Vera Konstain, toman cartas en el asunto, utilizando a su contacto entre la fuerza, el detective Westin, disuadiendo al jefe del precinto de promover una campaña anti-Punisher exagerando la golpiza que recibieron sus oficiales, con tal de que mantenga ocupado al vigilante y no se entrometa en sus asuntos. Inevitablemente, al atender a Viorica, Frank decide involucrarse y matar a todos los responsables del ultraje que ha padecido ella y muchas otras mujeres.


Punisher No. 14

Punisher #26: Viorica comparte con Frank todos los horribles detalles de su vida como esclava sexual, siendo la bebé que tuvo su único consuelo, perdiéndola a manos de sus explotadores cuando intentó huir de ellos al quedar bajo la protección de una trabajadora social negligente. Agradece a Punisher por haber matado al hombre con el que ella intentara comenzar una torpe venganza, y éste no demora en tomar cartas en el asunto para sentenciar a muerte a los que iniciaron todo. Miller y Parker se ven obligados a cooperar para una farsa de conferencia de prensa que da pie a la cacería desenfrenada de Punisher. Frank considera utilizar a un par de clientes de la compañía de Bulat para ubicarlos, pero un policía lo reconoce y echa todo a perder.


Punisher No. 15

Punisher #27: Frank interroga brutalmente a varios proxenetas mientras los Bulat tienen diferencias sobre los métodos para lidiar con el vigilante (desde que Cristu prefiere no exponerse y dejar todo a la policía, contrastando con la actitud desenfadada e impulsiva de Tiberiu, un antiguo soldado que no entiende de sutilezas). Miller y Parker contactan a Ernie Mostow, el policía al que Punisher atacó, descubriendo que, a diferencia de ellos, colaboró con Westin a base de chantaje, comenzando a comprender la conspiración entre la fuerza policiaca que deriva en recibir una golpiza de sus propios compañeros. Frank mantiene oculta a Viorica, solicitando información sobre la trabajadora social que intentó ayudarla, reconociéndola como Jen Cooke, una entusiasta de las conferencias sobre defensa contra las mujeres explotadas sexualmente. La aborda después de una de sus conferencias, persuadiéndola para que coopere y comparta información que le ayude a lidiar con los Bulat. Cooke admite que, aunque sus intenciones son buenas, su misión de resolver un problema que persiste, es tan inútil como la de Punisher, puesto que el negocio de la esclavitud se niega a morir y muchos de los casos que trató en el pasado concluyeron en tragedia. Frank se enfoca en su objetivo, comprendiendo el pasado de los Bulat como veteranos de guerra que encontraron una forma de hacer negocio con civiles que iban recolectando en sus campañas, con una determinación de hierro que los convierte en individuos que no podrá tratar de la forma tradicional, teniendo que emplear métodos muy diferentes.


Punisher No. 16

Punisher #28: Para deshacerse de su padre, cuya actitud ha terminado por hartarlo, Cristu da su ubicación a una pandilla vinculada con miembros que Tiberiu asesinara anteriormente, pero éste los sorprende y acribilla a tiros, dejando a uno con vida para interrogarlo. Frank da con la ubicación de Cristu, drogando al personal y sacando de ahí a las chicas que tenían esclavizadas, dejándolos bajo el cuidado de Cooke (quien accede, de muy mala gana). Sin más, procede con el interrogatorio de Cristu, extrayendo su intestino delgado, sin matarlo, para denotar su seriedad.


Punisher No. 17

Punisher #29: Frank termina su “negocio” con Cristu para cuando Tiberiu y sus hombres asaltan el lugar, en represalia por el atentado fallido. Al haberse deshecho de sus armas, Frank procede con cuidado, robando una y emprendiendo la retirada al comprender que es una batalla perdida. Miller y Parker contactan a Cooke para reunirse con Punisher y ponerlo al tanto de la conspiración de Westin, esperando ayudarse mutuamente. Frank se presenta ante Vera, contándole que Cristu lo puso al tanto de toda su colaboración en el sometimiento de las chicas, procediendo a azotarla repetidamente contra la ventana de cristal irrompible, de tal manera que ésta se desprende y la mujer cae hacia una muerte violenta.


Punisher No. 18

Punisher #30: Parker y Miller se cuestionan sobre los extremos a los que han llegado mientras Frank realiza el asalto final en la base de Tiberiu. El anciano toma a una rehén, pero Frank consigue que la suelte al espetarle un insulto a su orgullo en su lengua natal, logrando someterlo físicamente. Envía a las nuevas chicas con Cooke (complicándole aún más la vida) y se asegura de citar a Westin para que le ayude a tramitar un ingreso seguro a sus respectivos países para las chicas rescatadas a cambio de no compartir evidencia que destruya su carrera, además de distribuir su propia propaganda de advertencia para los “emprendedores” que decidan seguir los pasos de los Bulat, videograbando a Tiberiu al empaparlo de gasolina, quemándolo vivo. Con unas cuantas ejecuciones más, Punisher cierra el caso, dejando ver las secuelas (Miller se fue a trabajar con Cooke para ayudar más a las mujeres explotadas mientras Viorica consiguió un empleo de mesera, todavía sufriendo por la pérdida de su bebé, ocasionalmente).


Punisher No. 19

Punisher #31: Durante una ejecución tradicional de narcotraficantes, Frank encuentra a Si Stephens, un hombre al que sometían sexualmente por diversión, alegando tener información importante, pero prefiere dejarlo para la policía. Al percatarse de que un policía comprado que reconoce hace acto de presencia en la comisaria, Frank decide investigar el asunto de cerca, impidiendo que Stephens sea ejecutado. Harry Ebbing, el hombre poderoso detrás de la compañía Dynaco que ordenó la muerte de Stephens (a quien su mano derecha, Dermot Leary, entregó a sus proveedores de droga), no tiene más remedio que recurrir al mercenario más poco convencional (pero más efectivo) que conoce: el implacable Barracuda.

Punisher #32: Barracuda, un sujeto brutal y malicioso, acepta inmediatamente la encomienda de Ebbing, echándose en el camino a una pandilla que contrató sus servicios y estaban tratando de evitar pagarle. Dermot inicia un peligroso romance con Alice, la esposa de Ebbing, lidiando con la frustración de que éste se la pase regañándolo y diciéndole qué hacer. Stephens le cuenta a Punisher como Dynaco se elevó gracias a la influencia de Ebbing, alterando sus números en el mercado para obtener notoriedad, promoviendo una estrategia que implica el abuso de su posición a cargo de la energía eléctrica, pretendiendo un apagón masivo en Florido que implicará muchas muertes junto con muchas ganancias para su empresa. Horrorizado por el plan, Stephens amenazó con soltar la sopa, razón por la que Dermot tuvo que echarlo a los perros cuando Punisher lo rescató sin querer. Frank lo entrega nuevamente con la policía en lo que considera como enfrentarse a los criminales corporativos, ignorando su inminente y terrible choque con Barracuda en el futuro.

  • Utilizan la portada del #31 para esta edición, presentando la del #32 en interiores.


Punisher No. 20

Punisher #33: El romance entre Dermot y Alice se intensifica, comenzando a conspirar contra Ebbing. Barracuda reconoce a Frank en el aeropuerto y lo descuenta en el taxi en que viajaba, amarrándolo y llevándoselo para ejecutarlo en privado. Al abrir la cajuela, Frank ya se ha liberado de sus ataduras con una navaja, teniendo lugar un enfrentamiento violento en el que Barracuda pierde un ojo y los dedos de una mano. El mercenario se impone con maña, abatiendo a Frank a golpes y llevándoselo a mar abierto para convertirlo en comida para tiburones. Para desconcierto de Dermot, Ebbing recibe de nuevo a Stephens que se arrepintió por cobardía y les diera el pitazo sobre la ubicación de Punisher.

Punisher #34: Utilizando a un traficante que Barracuda arrojó al mar junto con él, Frank decide emplearlo para engañarle al hacerle creer que éste muere en su lugar dentro de las fauces del tiburón. Ocultándose en el barco de Barracuda, Frank reserva sus fuerzas (aunque tiene que soportar el horrible cantar del hombre). Dermot objeta ante la decisión de Ebbing de perdonar a Stephens, ganándose una bofetada que incrementa su frustración. Al reunirse con Alice en el jacuzzi, persisten con sus intenciones de arruinar a Ebbing para asumir el control de Dynaco, siendo sorprendidos por Barracuda.

  • Utilizan la portada del #33 para esta edición y presentan la del #34 en interiores (una portada tan vulgar que hasta en Estados Unidos la censuran ya que exhibe la dentadura brillante de Barracuda con la frase “F---k you”).


Punisher No. 21

Punisher #35: Dermot y Alice se ven obligados a confesar sus planes de utilizar la junta sobre el crucero con los accionistas de Dynaco para desprestigiar a Ebbing con lo del apagón total en Florida. Torturándolos psicológicamente con soltar la sopa, Barracuda decide no decir nada e incluso disimular ante Ebbing sobre el engaño de su esposa (aunque éste admite haber estado al tanto de todas sus transgresiones anteriores, tolerándolas al comprender sus necesidades pese a encargarse severamente de todos sus amantes). Frank termina de recuperarse y hace los preparativos para enfrentarse al personal de Ebbing. Stephens descubre por accidente el romance entre Dermot y Alice, ganándose el ser asesinado y su cuerpo desechado por Barracuda. Consciente de que el mercenario sabe demasiado, Alice convence a Dermot de atentar contra su vida.

Punisher #36: Mientras Alice distrae a Barracuda con una felación, Dermot lo descuenta golpeándolo repetidamente en la cabeza, logrando tumbarlo. Antes de hablar con los accionistas en la junta del yate, Dermot se echa a Alice durante una llamada de Ebbing, alterándolo al grado que se lanza desde su helicóptero hacia el mar. El plan de Dermot procede, encontrando conformidad por parte de los accionistas, recibiendo la amenaza de Punisher para que desista. Dermot se burla al hacerle ver que su personal desactivó las bombas, ignorando que Barracuda, en desquite por la traición, se asegura de arreglarlas. El yate estalla y todos se convierten en comida para tiburones, incluyendo a Barracuda luego de recibir un tiro por parte de Frank que no piensa perdonarlo en absoluto.

  • Utilizan la portada del #35 para esta edición y presentan la del #36 en interiores.

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