lunes, 23 de enero de 2012

Meteorix 5. 9 No Aprobado #23

Y como suelen hacerle con la secuencia, pasan directo a un día normal de clases sin mostrar más de los remantes de la crisis pasada. El esposo de la profesora Eskuli entrega las calificaciones de Historia en su nombre (indispuesta por los eventos aunque francamente no vimos que le pasara nada grave… ¿y porque no hace esto un maestro sustituto o un académico calificado? Sólo por ser el esposo no tiene que andarla sustituyendo), indicando que todos pasaron. Todos excepto Aldo, por supuesto, viendo perdida otra vez la oportunidad de obtener su nintendo (ya ¿Qué no lo iba a pagar él solo? ¿Y de que le serviría aprobar una sola materia?). Aldo objeta, mencionando torpemente que estuvo peleando con los mutantes, pero enseguida se hace bolas para responder una pregunta de prueba sobre cuantas libras pesa la Piedra del Sol (y el baboso sale dudando si se refieren a libras esterlinas o las del zodíaco). El esposo remata con que ni se le vio por el museo (¡ándele! ¡Por irse detrás de la loca!) Y es inevitable que vaya a extraordinario. Muy molesto, Aldo sale al recreo, refunfuñando y quejándose de que todo le sale mal desde que se convirtió en Meteorix y que ni Eva lo pela (en ningún momento nadie le ha dicho que debe mantener su identidad en secreto, si fuera menos imbécil, nada le costaría impresionarla, soltándole toda la sopa), pensando que le ha dado puros besos invalidados por las circunstancias (si ella está dormida y la otra es una mutante copiona, no cuentan). Lucy trata de animarlo ofreciéndose para ayudarle a estudiar pero Aldo no quiere saber nada, comparando el caso de su hermano al que le dan todo sin haber estudiado nunca (suerte de primogénito y tener padres malcriadores). Lucy le echa un choro del maestro Granicero (uno que en ningún momento le vimos decir), pero a él le vale y desprecia la torta de cajeta que le ofrece, dejándola llorando.
El May pasa con su acostumbrado espíritu de camaradería, invitándolo a los maquinitas pero Aldo está que ni lo calienta el sol, orillándolo a retirarse tras tomarla contra él. Eva es la siguiente en caerle, sacándolo de su estupor al pegarle un trancazo tras haberse enterado de que la besó (al mutante, claro, pero lo toma igual que si la hubiera beso a ella…aunque eso hizo más que eso ¡la vio desnuda!), amenazándola para que no lo vuelva a hacer (hey, si ella no lo va a pelar, no puede culparlo por consolarse con un duplicado). Parece el peor día de Aldo pero se reanima al salirle Cazandra en su disfraz de profesora, invitándolo a su casa para decirle algo que “cambiara su vida”. Desde luego que Aldo lo toma como una indirecta sobre tener relaciones sexuales y agarrar experiencia para cuando le toque su noche de bobas con Eva (¿todavía con esa idea? Necio).
Poco después, en su casa, Nandito se queja con su madre de la ausencia de su mejor traje y que le vaciaron su nueva botella de loción. Y si, fue Aldo quien tomò todo, creyéndose todo un galán con su look (incluyendo un ridículo peinado) y desmayando a un hombre y a su perro con el exceso de hedor que despide (y todavía quejándose de que su hermano tenía muy “poquita” loción, que idiota). Se encuentra a Lalo jugando con celular y lo golpea para arrebatárselo (aprovechado) y así verse todavía más impactante, rematando al cortar un buen de flores del parque, confiando en que así dejará de ser un “looser” (si, como no, cualquiera que se atreva a salir así a la calle…).
En la base de los villanos, el Obsterkommand ha castigado a Doble M poniéndolo al servicio de Morder, quien disfruta poniéndolo a fregar los pisos y a prepararle la comida (humillándolo más al derramar la sopa y haciéndolo limpiar). Al travesti no le queda más que lloriquear y aguantarse.
Cazandra recibe a Aldo acabadita de salir de la ducha (con toalla y todo), luego de que sus gatos le dan un “juguetón” recibimiento. Recibe sus flores (más bien se las come) y lo invita a pasar, dejándole una botana (comida para gato) en lo que se prepara. Aldo toma la invitación de “ponerse cómodo” como otra indirecta para quitarse la ropa y correr al sótano, descubriendo el Capullo Nanoregenrador que toma por una “cama de agua”, suponiendo que Cazandra tiene gustos extraños. Se introduce a esta y pronto aparece Cazandra en su forma felina, indicándole como debe ponerse la “mascara filtradora de líquido nanoadmistico” para sumergirse y dejar que la cosa trabaje para revitalizar su energía. Por fin, le aclara la verdad sobre su alter ego (aunque a Aldo tarda en caerle el veinte).
A partir de este punto, ya podemos llamarla “Katzandra”, habiéndose decidido por fin los creativos sobre el nombre de la gata. Katzandra da un poco de información extra sobre su raza y el maestro Granicero (la verdad no dijo gran cosa), pero lo único que quiere saber Aldo es a que horas se va a encuerar. Katzandra lo reprende y se retira, indicándole que descanse y no vaya a tocar nada hasta que ella vuelva. Claro que en cuento la maquina ha terminado de recargarlo, Aldo sale e husmea en el lugar, dando con lo que toma por un baño (sin puerta ni nada, suponiendo que al vivir sola Katzandra/Cazandra hace sus necesidades en medio del sótano… ¡eso ya seria ser una cochina!). Presiona un botón del sistema anexo al “excusado” (creyendo que era para bajar el agua), activando un dispositivo transportador del que surge un vórtice que lo atrapa y envía a otro lugar.
Contenido extra:
• Resumen del capitulo anterior y cuestiones intrigantes sobre el desarrollo de los eventos.
El buzón de los Reprobados; transcriben y responden algunas cartas de los lectores, presentación de dibujos y sección de amigos por correspondencia. Por alguna razón, se agrega otra ilustración (sin explicar si es de los lectores o el pin-up de uno de sus colaboradores o amigos) en una página con presentación formal denominada Galería de reprobados (que más adelante será como llamarán el espacio de los dibujos recibidos).
• La página sobrante sigue sirviéndole al formato para solicitar números atrasados y en la contraportada le hacen publicidad a la CONQUE 2001.

Curiosidades, señalamientos y/u objeciones:
• Cazandra le da su dirección exacta a Aldo. Ya lo había hecho desde el #6, como si desde entonces contara con su visita, pero todo indica que el menso era muy lento para captar.

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