martes, 27 de diciembre de 2011

Meteorix 5.9 No Aprobado (no me digas)

Ah, Meteorix, un clásico moderno de la historieta nacional en México. Un engendro que nos honrara con su presencia fastidiosa por más años de los que le dábamos. Meteorix, uno de las pocas nuevas series de historietas mexicanas que han logrado mantenerse por una cantidad respetable de ediciones en lo que respecta al género vulgarmente conocido por la generación anterior como “fanis”. Meteorix, una historieta que tienes que odiar o amar odiar.
Creación del Jorge Break, popular dibujante de la nueva ola cuyo trabajo más memorable previo a Meteorix fue la adaptación oficial de Captain Tsubasa (Los Supercampeones del Futbol) publicada por Editorial Toukan (la misma que lanzó Meteorix). A fines del 2000, tras meses de constante publicidad, nos fue presentada su magna obra original, la cual se mantuvo por 90 ediciones concluyendo en 2008, luchando contra viento y marea (de hecho, precipitó su final, el planteamiento inicial era de 100 ediciones). La historia de Meteorix, arte y conceptos, si bien tienen notables influencias tanto del manga japonés como el cómic norteamericano, está bien desarrollada en casi todos los aspectos desde un principio. ¿Cuál era su problema que tengo que referirme a ésta tan despóticamente? Que al mismo tiempo era un desperdicio monumental de excelentes elementos que de haber estado en otras manos, le habría atribuido a México cierto nivel re reconocimiento por traer una obra novedosa e interesante. ¿Quién sabe? Quizás hasta veríamos una producción fílmica o una serie animada, de haber sido así. Break desarrolló Meteorix para indirectamente dar pie a un nuevo subgénero que reconocen como "mexi-manga" y/o "naco-comic", debido a los elementos parodiaticos que distinguen a la revista, sumado a una cantidad descarada (y muy exagerada) de fan service, entre otras vulgaridades y sangronadas, siempre a la orden del día. Admito que estos detalles le quedaban como anillo al dado por el tipo de caracterizaciones representadas, pero al mismo tiempo, le restaban mucho prestigio. Si, Meteorix fue bastante popular, hasta cierto punto, pero pudo habernos dado mucho más y simplemente Break y su equipo no supieron explotarla desde otro ángulo más conveniente para darla a conocer.
Fue gracias a la perseverancia y lealtad de sus fieles lectores que Meteorix sobrevivió para tener lo más parecido a un final de verdad, ya que estuvo al borde de la cancelación en varias ocasiones. Aumento de precios, cambios en el formato, retrasos cada vez más largos, son las cosas por las que esta revista tuvo que pasar mientras seguía con su, por momentos, agonizante paso. No me malentiendan, yo seguí a Meteorix desde el principio hasta el final, pero nunca acepté del todo la forma en que Break y sus colegas lo manejaban. Les concedo su esfuerzo y empeño pero no el habérselo tomado un poco más en serio en cuanto al argumento (en lo grafico, los diseños estaban bien, y su exceso de fan service me daba igual aunque tampoco estaba para que nos lo restregaran en la cara). No pudieron hacer de Meteorix una publicación para enorgullecer al país, reduciendo su aprecio a un reducido sector y ese fue su principal error de desaprovechamiento.
Ahora bien ¿Por qué se molestaría alguien en hacer un blog sobre esta revista que ya es historia pasada (y muy pasada como para digerirla)? Si, lo mismo me pregunto. No obstante, siento que es algo que le debo, asumiendo la responsabilidad de un análisis exhaustivo de la revista en si, tanto en historia como en contenido adicional, numero por número. Se los debo por el entretenimiento que me proporcionaron, pese a sus defectos y a mis constantes quejabas sobre cada jalada con la que salían (y vaya que hubo mucho de eso, ya lo verán). Por ello, tomaremos el tema de Meteorix para exponerlo y compartirlo en sus aspectos más positivos y negativos (más negativos que nada), para recordar y despedir en definitiva a esta serie, expresando a la vez el deseo de que para la próxima, Break pueda darnos una historia, ya sea seria o graciosa, pero sin sumergirse en la vulgaridad, tomando a Meteorix como un experimento que no debe repetirse del mismo modo (¿o si fuera posible relanzarlo desde cero con un nuevo enfoque?) Soñar no cuesta nada.
Así que, bienvenidos, tanto nostálgicos como curiosos que ya llegaron un poco tarde para conocer a Meteorix. Ahora es el momento de recordarlo y conocerlo nuevamente.
"Je, je, je. Interesante. Decidme màs."

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