Marvel Televisa (Segunda Oleada)
The Punisher Max
Cómic de 24 páginas, periodicidad mensual,
a 19 pesos.
Duración: 12 ediciones
La línea de Marvel Max surgió a
partir del 2001 como una propuesta de nuevas series y miniseries
dirigidas a un sector más adulto entre los lectores. En cierto modo, ya habían
dado los primeros pasos con Marvel Knights, pero esta fue la culminación
de esa iniciativa. En un ambiente más crudo, sin restricciones de lenguaje,
llevando la violencia a niveles exagerados y acabando con la tabúes sobre el
sexo y otras temáticas controversiales, la línea Max había llegado (aunque no
para quedarse, o por lo menos, sus lanzamientos han sido esporádicos en los
últimos años).
Como una de sus iniciativas sin ningún
tipo de antecedente previo, Televisa decide publicar durante 2008 uno de
los títulos más exitosos y longevos de Marvel Max: The Punisher.
Asi es, como si de por sí las historias de Frank Castle no ofrecieran ya
una visión más madura de los cómics, le subieron otro nivel y, ciertamente,
podemos decir que estaba en su elemento.
Esta serie fue publicada originalmente a
partir 2004, extendida en más de setenta ediciones, partiendo de una
serie de creativos que explotan los aspectos más crudos a su disposición para
representar dignamente la ambientación que se espera de este Punisher, más
maduro y brutal que al que estamos acostumbrados.
Extrañamente, la inspiración de traer el
título viene como parte de la nueva tanda a partir de Civil War (que
implicó darles su propia serie en México a los personajes que más destacaron).
Ignoro como eso deriva en que Punisher reciba una serie (por primera vez en
varios años) y más una previa (recordemos la inclinación de Televisa por lo
reciente y novedoso) y que ni siquiera es canon para el Universo Marvel, pero
debo suponer que en verdad querían irse a lo grande (y lo lograron).
Por desgracia, la mayoría de los lectores
pensaron otra cosa y la revista fue cancelada después de 12 ediciones que
apenas abarcaron un par de arcos.
Durante los primeros 60 números, el
escritor absoluto de la serie fue Garth Ennis, uno de los creativos más
reconocidos con especialidad en crudeza, violencia y lenguaje soez.
La revista parte con En el principio
(No. 1-No. 6), ilustrado (grotescamente en algunas escenas) por Lewis LaRosa.
Punisher reencuentra a su único amigo, Microchip, el cual se pone en su
contra mientras debe enfrentar el seguimiento de la última guerra contra el
crimen que ha desatado. Aquí surgen varios personajes que se retomarían en
siguientes arcos, indicando como este cómic tenía su propia continuidad, lo que
hacía más emocionantes los posteriores reencuentros (igual no se recomienda
encariñarse con ningún personaje, todos terminan muertos eventualmente).
La verdad fue un inicio grandioso,
sirviendo como excelente apertura para siguientes arcos que serían tan o más
interesantes aún. Por desgracia, en ocasiones entraban arcos de relleno
(intrascendentes) y el hecho de que el segundo precisamente lo fuera, bien pudo
ser la causa de la cancelación prematura de la revista. El irlandés de
Kitchen (No. 7-No. 12), variando con el dibujo de escenas menos
perturbadoras (pero igualmente violentas) de Leo Fernández, nos pone a
Punisher en medio de una guerra de facciones de la mafia irlandesa
(francamente, Punisher tiene muy poco que hacer aquí).
Sin embargo, no sería la última vez que
veríamos The Punisher Max en México, teniendo un posterior retorno (del
que ya hablaremos en la Tercera Oleada). Mientras tanto, esta fue su triste
cancelación en favor de lanzamientos más favorecedores.
The Punisher Max No. 1
Tras realizar la visita anual a la tumba
de su familia, Punisher se enfoca en dar un gran golpe en la fiesta de
cumpleaños de antiguo jefe mafioso italiano, aprovechando la reunión de varios
malvivientes para aniquilarlos a todos juntos. La operación es exitosa,
dispersando a pocos cabecillas que buscaran asumir el mando con la muerte de
Punisher. Sus acciones son vigiladas a distancia por Roth y O´Brien, quienes
actúan bajo las órdenes de Bethell, un oficial depuesto de la CIA que ha
convencido a Microchip de cooperar para capturar a Frank Castle.
The
Punisher Max No. 2
Los motivos de Microchip son cuestionados
por Roth, obligándolo a demostrarle (mediante una alegoría que implica
apretarle los testículos) que deben operar con paciencia si no quieren provocar
una reacción agresiva de su parte. Nicky Cavella, una oveja negra entre los
mafiosos, se apunta para resolver la situación del imperio familiar a su
manera, en compañía de sus perturbadores matones, Ink y Pittsy. La maniobra
para aprehender a Frank procede, encomendándole a Microchip el sorprenderla con
su repentina presencia, dándole un segundo de ventaja para dispararle y
derribarlo con balas de salva.
The
Punisher Max No. 3
Cavella y sus matones comienzan a
trabajar, eliminando en el hospital al jefe criminal herido que pudiera
estorbarles. Frank despierta en un cuarto oscuro en presencia de Microchip,
mostrándole fotos de su familia, recriminando sus actos como Punisher al
proponer su teoría sobre las verdaderas razones por lo que lo hace. En las
noticias se difunde el “arresto” de Punisher con un testigo al que envían a
Roth para silenciarlo, coincidiendo con Cavella y sus matones, quienes no dudan
en llevárselo para interrogarlo (con amenazadas de extirparle sus testículos).
The Punisher Max No. 4
Microchip le ofrece a Frank un cambio de
rumbo, usando sus habilidades para cazar a terroristas con los recursos de
Bethell, indicando que de no aceptar será ejecutado sin más (puesto que darán
información falsa de que se suicidó en prisión). Por supuesto, Frank manda al
demonio su oferta, cuestionando la procedencia del dinero que financia las
operaciones de Bethell. O´Brien es enviada a buscar a Roth, quien anda
desangrándose de la entrepierna después de que Cavella y sus matones lo
hicieron cantar como canario. Punisher da una respuesta vaga a Micro al aludir
una anécdota de su pasado donde casi mató de una paliza a un vecino que admitió
serle fiel a su esposa cuando él acababa de perder a la suya en la tragedia que
lo dejara marcado. En ese momento, los mafiosos irrumpen (después de que Ink
envía a su muerte a los agentes de seguridad al cortar los cables del elevador
que abordaron), disparándole a Bethell en las rodillas.
The Punisher Max No. 5
Tras apartar a Micro, Cavella se dispone a
ejecutar a Punisher, pero éste le muerde los dedos que presionan el gatillo.
O´Brien regresa y acribilla a balazos a Ink. Micro le alcanza las llaves a
Frank, apoderándose pronto de un arma para unirse al intercambio de balazos.
Cavella y Pittsy salen heridos y escapan. Frank se lleva consigo al malherido
Micro que persiste en pelear a su lado, pese a que le repudia su traición,
dejando a O´Brien para ser atendida por los paramédicos, renunciando ante la
ingratitud de Bethell, al que solo le importa tener a Punisher bajo su servicio
(algo vital en sus planes para recuperar su posición en la CIA). Frank y Micro
se resguardan en un almacén vacío, siendo inminente que sus enemigos den con
ellos y tengan que defenderse. Haciendo tiempo, Micro confiesa a Frank cómo fue
contactado por Bethell y el contrabando de drogas en soldados muertos con lo
que financia sus operaciones (confirmando las sospechas de Frank, rehusándose
con mayor ímpetu a trabajar para esa clase de basura).
The
Punisher Max No. 6
Tanto Cavella como Bethell ubican el
escondite de Punisher. Pittsy se introduce y hiere a Micro en el estómago, trabándose
en una violenta pelea contra Punisher en la que todo está permitido. Punisher
arroja a su oponente por la ventana, quedando ensartado en un cerco de fierro
puntiagudo (consigue zafarse solo para que Frank lo remate volándole la cara). Por
órdenes superiores, Bethel es arrojado del helicóptero para no dejar evidencia,
agonizando todavía con la obsesión de que Punisher trabaje para él. Cavella
consigue escapar mientras Punisher le aclara a Miro que su anécdota era una
advertencia para que se largara mientras podía, ejecutándolo ahí mismo de un
disparo a la cabeza.
The
Punisher Max No. 7
Punisher sobrevive a una explosión en un
restaurante irlandés en Hell´s Kitchen, la cual cobra muchas víctimas inocentes,
por lo que no duda en involucrarse para castigar a los responsables. La
explosión resulta la consecuencia de una guerra entre diversas facciones que se
disputan “algo” en particular. Uno de los principales, Maginty, consigue los
servicios de Napper French, un especialista en “desaparecer” cuerpos al
partirlos en pedazos, convenciéndolo con el secuestro de su nieto de usar sus
habilidades en Tommy Toner, el líder de la pandilla de los Westies, con el fin
de mantenerlo con vida el mayor tiempo posible para ejercer presión.
The Punisher Max No. 8
Frank solicita la ayuda de Yorkie Mitchel,
un antiguo agente de MI6 con el que tiene una deuda de vida, vertiendo luz en
el asunto para señalar a Finn Cooley como responsable de la explosión. No pasa
mucho para que Punisher dé con éste en un bar mientras Maginty sigue
presionando para declararle la guerra a los Westies.
The Punisher Max No. 9
La intervención de las Ratas del Río (otra
pandilla local cuyos miembros actúan como piratas) complica la situación,
dándole la oportunidad a Cooley de escapar, pero dejando a su sobrino ser
capturado por Mitchel y su compañero, Andy Lorimer. Con la asistencia de
Punisher, proceden a torturarlo para sacarle información sobre el objetivo de
su tío. Pedazos de Toner comienzan a ser enviados a su esposa, Brenda, quien
asume automáticamente el liderazgo de los Westies, indicando que Maginty busca
lo mismo que ella.
The Punisher Max No. 10
El sobrino de Cooley revela que Nesbitt,
un anciano desagradable que prácticamente era dueño del territorio irlandés de
Hell´s Kitchen, antes de morir, dejó una herencia considerable a través de un
código repartido entre los líderes de las cuatro pandillas, con el propósito de
que se unieran para quedarse con el dinero y retirarse, poniendo fin a las guerras
(obviamente, sucedió lo contrario). Brenda sigue recibiendo pedazos de su
esposo y Maginty tiene la ocurrencia de permitir que el nieto presencie el
horrendo trabajo de French, ganándose su odio. Punisher y sus compañeros
intentan ponerle una trampa a los Westies y a las Ratas del Río, ignorando que
Maginty acecha.
The Punisher Max No. 11
Punisher se percata de la presencia de
Maginty, ahuyentándolo en lo que el tiroteo se intensifica, con bajas por todos
lados. Brenda sobrevive para encontrarse con Cooley, proponiéndole una tregua.
Maginty es capturado por French, quien procede a darle una demostración más “personal”
de su trabajo.
The Punisher Max No. 12
French es ejecutado por los hombres de
Maginty después de comenzar a desprenderle los dedos de una mano, por lo que
éste se libera y se reúne con los representantes de las Ratas del Río y los
demás. Reuniendo sus respectivas partes del código, comprenden la localización
de la herencia de Nesbitt (y por una vez, evitan matarse entre sí para mantener
la tregua). Antes de poder aproximarse, enfrentan una vez más a Punisher y a
sus aliados, consiguiendo pasar sobre ellos para hacerse con el tesoro. No
obstante, lo que encuentran no es más que un último mensaje insultante de
Nesbitt, activando el detonador de una bomba que acaba con todos. Punisher y
sus aliados se llevan al sobrino de Cooley como el último cabo suelto,
declarando un cierre satisfactorio del caso.
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