Marvel Televisa (Tercera
Oleada)
La revista de Punisher
Max concluye tras un par de arcos más. O, mejor dicho, es cancelada irremediablemente.
En Los esclavistas
(No. 13-18), manteniendo el arte de Fernández, Punisher enfrenta una de las
peores explotaciones criminales conocidas, ejerciendo sus métodos de costumbre,
con mayor brutalidad que nunca.
Todo cambia al llegar
a Barracuda, (No. 19-21), y no solo por el dibujo acreditado a Goran
Parlov, y que Punisher tenga que enfrentarse a un tipo criminal muy
distinto (el empresarial corporativo), por no decir a uno de los oponentes más
peligrosos que ha enfrentado a lo largo de su carrera (dentro de esta línea y
la continuidad normal).
Como en este punto el
material de Deadpool se agotó, en vez de conseguirle un reemplazo, se
decidió mantener el formato de cómic triple, dándole doble espacio al arco de
Punisher. No obstante, esto significó el inminente final de la revista, una vez
concluido, demostrando que no había manera de mantener un título tan
estremecedor en nuestro país.
Con todo, fue un
bello experimento y disfrutamos de una de las mejores series de Frank Castle en
toda su esplendorosa crudeza por parte de Ennis.
Punisher
No. 13
Punisher #25: Durante una de sus
matanzas habituales de peces gordos y sus subordinados, Frank conoce a Viorica,
una joven extranjera que había sido obligada a prostituirse por una discreta
“compañía familiar” cuyo negocio principal es la trata de blancas. Durante el
incidente, los oficiales Russ Parker y Marcie Miller se interponen en el camino
de Frank, ganándose unos cuantos golpes. Cristu Bulat, el dueño del negocio
junto con su padre, Tiberiu, y su pareja, Vera Konstain, toman cartas en el
asunto, utilizando a su contacto entre la fuerza, el detective Westin,
disuadiendo al jefe del precinto de promover una campaña anti-Punisher
exagerando la golpiza que recibieron sus oficiales, con tal de que mantenga
ocupado al vigilante y no se entrometa en sus asuntos. Inevitablemente, al
atender a Viorica, Frank decide involucrarse y matar a todos los responsables
del ultraje que ha padecido ella y muchas otras mujeres.
Punisher No. 14
Punisher #26: Viorica comparte
con Frank todos los horribles detalles de su vida como esclava sexual, siendo
la bebé que tuvo su único consuelo, perdiéndola a manos de sus explotadores
cuando intentó huir de ellos al quedar bajo la protección de una trabajadora
social negligente. Agradece a Punisher por haber matado al hombre con el que
ella intentara comenzar una torpe venganza, y éste no demora en tomar cartas en
el asunto para sentenciar a muerte a los que iniciaron todo. Miller y Parker se
ven obligados a cooperar para una farsa de conferencia de prensa que da pie a
la cacería desenfrenada de Punisher. Frank considera utilizar a un par de
clientes de la compañía de Bulat para ubicarlos, pero un policía lo reconoce y
echa todo a perder.
Punisher No. 15
Punisher #27: Frank interroga
brutalmente a varios proxenetas mientras los Bulat tienen diferencias sobre los
métodos para lidiar con el vigilante (desde que Cristu prefiere no exponerse y
dejar todo a la policía, contrastando con la actitud desenfadada e impulsiva de
Tiberiu, un antiguo soldado que no entiende de sutilezas). Miller y Parker
contactan a Ernie Mostow, el policía al que Punisher atacó, descubriendo que, a
diferencia de ellos, colaboró con Westin a base de chantaje, comenzando a
comprender la conspiración entre la fuerza policiaca que deriva en recibir una
golpiza de sus propios compañeros. Frank mantiene oculta a Viorica, solicitando
información sobre la trabajadora social que intentó ayudarla, reconociéndola
como Jen Cooke, una entusiasta de las conferencias sobre defensa contra las
mujeres explotadas sexualmente. La aborda después de una de sus conferencias,
persuadiéndola para que coopere y comparta información que le ayude a lidiar
con los Bulat. Cooke admite que, aunque sus intenciones son buenas, su misión
de resolver un problema que persiste, es tan inútil como la de Punisher, puesto
que el negocio de la esclavitud se niega a morir y muchos de los casos que
trató en el pasado concluyeron en tragedia. Frank se enfoca en su objetivo,
comprendiendo el pasado de los Bulat como veteranos de guerra que encontraron
una forma de hacer negocio con civiles que iban recolectando en sus campañas,
con una determinación de hierro que los convierte en individuos que no podrá
tratar de la forma tradicional, teniendo que emplear métodos muy diferentes.
Punisher No. 16
Punisher #28: Para deshacerse de
su padre, cuya actitud ha terminado por hartarlo, Cristu da su ubicación a una
pandilla vinculada con miembros que Tiberiu asesinara anteriormente, pero éste
los sorprende y acribilla a tiros, dejando a uno con vida para interrogarlo.
Frank da con la ubicación de Cristu, drogando al personal y sacando de ahí a
las chicas que tenían esclavizadas, dejándolos bajo el cuidado de Cooke (quien
accede, de muy mala gana). Sin más, procede con el interrogatorio de Cristu,
extrayendo su intestino delgado, sin matarlo, para denotar su seriedad.
Punisher No. 17
Punisher #29: Frank termina su
“negocio” con Cristu para cuando Tiberiu y sus hombres asaltan el lugar, en
represalia por el atentado fallido. Al haberse deshecho de sus armas, Frank
procede con cuidado, robando una y emprendiendo la retirada al comprender que
es una batalla perdida. Miller y Parker contactan a Cooke para reunirse con
Punisher y ponerlo al tanto de la conspiración de Westin, esperando ayudarse
mutuamente. Frank se presenta ante Vera, contándole que Cristu lo puso al tanto
de toda su colaboración en el sometimiento de las chicas, procediendo a
azotarla repetidamente contra la ventana de cristal irrompible, de tal manera
que ésta se desprende y la mujer cae hacia una muerte violenta.
Punisher No. 18
Punisher #30: Parker y Miller se
cuestionan sobre los extremos a los que han llegado mientras Frank realiza el
asalto final en la base de Tiberiu. El anciano toma a una rehén, pero Frank
consigue que la suelte al espetarle un insulto a su orgullo en su lengua natal,
logrando someterlo físicamente. Envía a las nuevas chicas con Cooke
(complicándole aún más la vida) y se asegura de citar a Westin para que le
ayude a tramitar un ingreso seguro a sus respectivos países para las chicas
rescatadas a cambio de no compartir evidencia que destruya su carrera, además
de distribuir su propia propaganda de advertencia para los “emprendedores” que
decidan seguir los pasos de los Bulat, videograbando a Tiberiu al empaparlo de
gasolina, quemándolo vivo. Con unas cuantas ejecuciones más, Punisher cierra el
caso, dejando ver las secuelas (Miller se fue a trabajar con Cooke para ayudar
más a las mujeres explotadas mientras Viorica consiguió un empleo de mesera,
todavía sufriendo por la pérdida de su bebé, ocasionalmente).
Punisher No. 19
Punisher #31: Durante una
ejecución tradicional de narcotraficantes, Frank encuentra a Si Stephens, un
hombre al que sometían sexualmente por diversión, alegando tener información
importante, pero prefiere dejarlo para la policía. Al percatarse de que un
policía comprado que reconoce hace acto de presencia en la comisaria, Frank
decide investigar el asunto de cerca, impidiendo que Stephens sea ejecutado. Harry
Ebbing, el hombre poderoso detrás de la compañía Dynaco que ordenó la muerte de
Stephens (a quien su mano derecha, Dermot Leary, entregó a sus proveedores de
droga), no tiene más remedio que recurrir al mercenario más poco convencional
(pero más efectivo) que conoce: el implacable Barracuda.
Punisher #32: Barracuda, un
sujeto brutal y malicioso, acepta inmediatamente la encomienda de Ebbing,
echándose en el camino a una pandilla que contrató sus servicios y estaban
tratando de evitar pagarle. Dermot inicia un peligroso romance con Alice, la
esposa de Ebbing, lidiando con la frustración de que éste se la pase
regañándolo y diciéndole qué hacer. Stephens le cuenta a Punisher como Dynaco
se elevó gracias a la influencia de Ebbing, alterando sus números en el mercado
para obtener notoriedad, promoviendo una estrategia que implica el abuso de su
posición a cargo de la energía eléctrica, pretendiendo un apagón masivo en
Florido que implicará muchas muertes junto con muchas ganancias para su empresa.
Horrorizado por el plan, Stephens amenazó con soltar la sopa, razón por la que Dermot
tuvo que echarlo a los perros cuando Punisher lo rescató sin querer. Frank lo
entrega nuevamente con la policía en lo que considera como enfrentarse a los
criminales corporativos, ignorando su inminente y terrible choque con Barracuda
en el futuro.
- Utilizan la portada del #31 para esta edición, presentando la del #32 en interiores.
Punisher No. 20
Punisher #33: El romance entre
Dermot y Alice se intensifica, comenzando a conspirar contra Ebbing. Barracuda
reconoce a Frank en el aeropuerto y lo descuenta en el taxi en que viajaba, amarrándolo
y llevándoselo para ejecutarlo en privado. Al abrir la cajuela, Frank ya se ha
liberado de sus ataduras con una navaja, teniendo lugar un enfrentamiento
violento en el que Barracuda pierde un ojo y los dedos de una mano. El mercenario
se impone con maña, abatiendo a Frank a golpes y llevándoselo a mar abierto
para convertirlo en comida para tiburones. Para desconcierto de Dermot, Ebbing
recibe de nuevo a Stephens que se arrepintió por cobardía y les diera el pitazo
sobre la ubicación de Punisher.
Punisher #34: Utilizando a un
traficante que Barracuda arrojó al mar junto con él, Frank decide emplearlo
para engañarle al hacerle creer que éste muere en su lugar dentro de las fauces
del tiburón. Ocultándose en el barco de Barracuda, Frank reserva sus fuerzas
(aunque tiene que soportar el horrible cantar del hombre). Dermot objeta ante
la decisión de Ebbing de perdonar a Stephens, ganándose una bofetada que
incrementa su frustración. Al reunirse con Alice en el jacuzzi, persisten con
sus intenciones de arruinar a Ebbing para asumir el control de Dynaco, siendo
sorprendidos por Barracuda.
- Utilizan la portada del #33 para esta edición y presentan la del #34 en interiores (una portada tan vulgar que hasta en Estados Unidos la censuran ya que exhibe la dentadura brillante de Barracuda con la frase “F---k you”).
Punisher No. 21
Punisher #35: Dermot y Alice se
ven obligados a confesar sus planes de utilizar la junta sobre el crucero con
los accionistas de Dynaco para desprestigiar a Ebbing con lo del apagón total
en Florida. Torturándolos psicológicamente con soltar la sopa, Barracuda decide
no decir nada e incluso disimular ante Ebbing sobre el engaño de su esposa
(aunque éste admite haber estado al tanto de todas sus transgresiones
anteriores, tolerándolas al comprender sus necesidades pese a encargarse
severamente de todos sus amantes). Frank termina de recuperarse y hace los
preparativos para enfrentarse al personal de Ebbing. Stephens descubre por
accidente el romance entre Dermot y Alice, ganándose el ser asesinado y su
cuerpo desechado por Barracuda. Consciente de que el mercenario sabe demasiado,
Alice convence a Dermot de atentar contra su vida.
Punisher #36: Mientras Alice
distrae a Barracuda con una felación, Dermot lo descuenta golpeándolo repetidamente
en la cabeza, logrando tumbarlo. Antes de hablar con los accionistas en la
junta del yate, Dermot se echa a Alice durante una llamada de Ebbing, alterándolo
al grado que se lanza desde su helicóptero hacia el mar. El plan de Dermot
procede, encontrando conformidad por parte de los accionistas, recibiendo la
amenaza de Punisher para que desista. Dermot se burla al hacerle ver que su
personal desactivó las bombas, ignorando que Barracuda, en desquite por la
traición, se asegura de arreglarlas. El yate estalla y todos se convierten en
comida para tiburones, incluyendo a Barracuda luego de recibir un tiro por
parte de Frank que no piensa perdonarlo en absoluto.
- Utilizan la portada del #35 para esta edición y presentan la del #36 en interiores.
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