sábado, 31 de marzo de 2012

¿Reprobado? ¡Expulsado!

Buenos, hemos terminado, amo Loki. Esta fue la historia completa de Meteorix en sus humildes ediciones originales, rebuscada y expuesta como ningún otro mortal se atreverá a hacerlo en mil años. Deja una marca que ninguna otra revista de su tipo (o genero, aunque realmente no quisiera que ningún otro cómic “Manganako” llegue a proliferar) ha podido romper.
Hubo de todo y creo que ya no hay nada más que decir al respecto. ¿Qué le ha parecido?
“He encontrado interesante la forma en que los mortales fantasean con ser dioses al mismo tiempo que satisfacen sus más bajos instintos. Je, je, je. Muy bien. Parece que los habitantes de este rincón en particular de Midgard saben contar una historia tan grande que permanecerá acallada con el paso del tiempo. Suerte para vos que ahora su mediocre relato permanecerá en la privilegiada memoria de Loki.”

¡Fiu! ¿Entonces está complacido? ¿Me da permiso para abandonar este pozo de desolación?
"¿Acaso tratas de mofaros de mí, mortal? Apenas estáis comenzando. Me propiciareis todas las historias que me plazca antes de recuperar tu libertad. No iréis a ninguna parte hasta que Loki esté satisfecho. Ahora, decidme, ya que me habéis intrigado… ¿Qué otras historias como este Meteorix fueron engendradas en la charca que te viera nacer?”

Hay muchas, pero como dije, ninguna ha roto la marca de Meteorix. No existe una historia tan larga como esa.
“En ese caso, contadme más, sin importar que tan corta sea su extensión. Anda, entretened a tu amo Loki.”

Muchas no valen la pena para ser contadas o están fuera de mi alcance. Entre el reportorio de mi conocimiento y acceso directo, existen cinco que podrían ser de su agrado, amo. O de su desprecio…
“Mientras sean capaces de darme algo en que pensar en lo que se cumple mi condena... Decidme ¿en que consisten estos cinco relatos?”

Uno pertenece ya al Gran Olvido debido a que intentó abarcar más de lo que podía soportar. Otro cayó por haber surgido en una época donde ya no encontraba lugar. Otro intentó contar tres historias al mismo tiempo siguiendo un ritmo que nadie más pudo seguir mientras que otro vino con promesas que al final no fueron cumplidas. Y el ultimo significó una gran vergüenza y una humillación definitiva para el arte en el nombre del capricho de unos cuantos…
“Habéis despertado mi interés nuevamente. Empezad, pues. Contadme estas historias, una por una…”

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