Marvel Televisa (Primera Oleada)
Antes de entrar a la parte en que modifican ligeramente el título de la revista, tenemos un par de números más de Wolverine que nos proporcionan dos singulares episodios repartidos en dos partes. El primero es Uno por ciento, escrito por Daniel Way con arte de Tommy Lee Edwards, contando un incidente donde entra en acción la empatía de Wolverine (siempre acompañada de sus debatibles métodos). El otro es Una milla en mis mocasines, escrito por Jason Aaron con dibujos de (wajú) Adam Kubert, dándonos una vuelta por la complicada y muy ocupada vida de Wolverine al aproximarse a un punto de inminente desgaste.
A partir del No. 60, el título cambia su nombre a Dark Wolverine (no necesariamente en su edición mexicana, aunque así aparezca en portada), dándonos a entender que, como parte de los cambios derivados de Dark Reign, tendremos a un nuevo protagonista en lugar de Logan (él seguirá protagonizando Wolverine: Origins de todas formas): Daken, su hijo ya introducido anteriormente. Si piensan que el Wolverine que conocemos es poco convencional, Daken lo es muchísimo más, difícilmente encajando con lo que se espera de representar a un antihéroe (ciertamente, aquí tenemos más bien a un villano en ciernes, y de hecho, así fue, a la larga). Daken es tan rudo como Logan, pero malicioso y manipulador, encantador en un sentido oscuro, y no le tiene lealtad ni consideración a nadie más que a sí mismo. Como protagonista, es difícil digerirlo, siendo una situación temporal en la revista a la que uno tarda en acostumbrarse (echando de menos el protagonismo del Wolverine que conocemos).
Todos los arcos son escritos en conjunto por Daniel Way y Marjorie Liu. Inician con El Príncipe (No. 60-62) con Daken dando problemas tanto a los FF como a sus compañeros de equipo. Tenemos a Giuseppe Camuncoli como encargado del dibujo y para hacerlo más apropiado, incluyen citas de la obra de Maquiavelo. Stephen Segovia dibuja Mi héroe (No. 63-65), dando pie a una situación en la que Daken “trabaja” en su imagen pública. En el No. 66, Camuncoli regresa para agasajarnos de nuevo con su arte (estoy siendo sarcástico, el estilo de este artista no me gustó nada), un episodio autoconclusivo titulado Un cuento con moraleja en el que Moonstone comprende las consecuencias de acercarse a Daken.
Para el No. 67, solo porque sí, Televisa suspende para traernos otro one-shot de Wolverine, publicado originalmente en 2009. Escrito por Victor Gischler (una trama poco sustancial) y arte (muy impresionante) de Das Pastoras. Un episodio intrascendente pero muy singular y un tanto interesante.
Wolverine #58 (Wolverine #73)
Antes de entrar a la parte en que modifican ligeramente el título de la revista, tenemos un par de números más de Wolverine que nos proporcionan dos singulares episodios repartidos en dos partes. El primero es Uno por ciento, escrito por Daniel Way con arte de Tommy Lee Edwards, contando un incidente donde entra en acción la empatía de Wolverine (siempre acompañada de sus debatibles métodos). El otro es Una milla en mis mocasines, escrito por Jason Aaron con dibujos de (wajú) Adam Kubert, dándonos una vuelta por la complicada y muy ocupada vida de Wolverine al aproximarse a un punto de inminente desgaste.
A partir del No. 60, el título cambia su nombre a Dark Wolverine (no necesariamente en su edición mexicana, aunque así aparezca en portada), dándonos a entender que, como parte de los cambios derivados de Dark Reign, tendremos a un nuevo protagonista en lugar de Logan (él seguirá protagonizando Wolverine: Origins de todas formas): Daken, su hijo ya introducido anteriormente. Si piensan que el Wolverine que conocemos es poco convencional, Daken lo es muchísimo más, difícilmente encajando con lo que se espera de representar a un antihéroe (ciertamente, aquí tenemos más bien a un villano en ciernes, y de hecho, así fue, a la larga). Daken es tan rudo como Logan, pero malicioso y manipulador, encantador en un sentido oscuro, y no le tiene lealtad ni consideración a nadie más que a sí mismo. Como protagonista, es difícil digerirlo, siendo una situación temporal en la revista a la que uno tarda en acostumbrarse (echando de menos el protagonismo del Wolverine que conocemos).
Todos los arcos son escritos en conjunto por Daniel Way y Marjorie Liu. Inician con El Príncipe (No. 60-62) con Daken dando problemas tanto a los FF como a sus compañeros de equipo. Tenemos a Giuseppe Camuncoli como encargado del dibujo y para hacerlo más apropiado, incluyen citas de la obra de Maquiavelo. Stephen Segovia dibuja Mi héroe (No. 63-65), dando pie a una situación en la que Daken “trabaja” en su imagen pública. En el No. 66, Camuncoli regresa para agasajarnos de nuevo con su arte (estoy siendo sarcástico, el estilo de este artista no me gustó nada), un episodio autoconclusivo titulado Un cuento con moraleja en el que Moonstone comprende las consecuencias de acercarse a Daken.
Para el No. 67, solo porque sí, Televisa suspende para traernos otro one-shot de Wolverine, publicado originalmente en 2009. Escrito por Victor Gischler (una trama poco sustancial) y arte (muy impresionante) de Das Pastoras. Un episodio intrascendente pero muy singular y un tanto interesante.
Logan visita a un viejo
amigo, líder de una banda de motociclistas. Las circunstancias del hijo de éste
lo convierten en chivo expiatorio para incitar a una guerra de bandas, por lo
que Logan se inmiscuye para evitarlo.
Conocemos las actividades de
Logan a lo largo de los días de una semana (enfrentando a Juggernaut el
domingo, luchando con los New Avengers contra la Serpent Society el lunes,
haciendo equipo con Punisher para rechazar los muertos vivientes de Black Talon
el martes, masacrando con X-Force a los Purifiers el miércoles, enfrentando a
Mystique de nueva cuenta al lado de Cyclops el jueves, haciendo equipo con
Spider-Man contra Hydra el viernes, y visitando prostitutas el sábado). De aquí
pasamos a días aleatorios en las siguientes semanas (haciendo equipo con
Iceman, con Deadpool, con Thor, jugando póker con otros héroes, enterarse de
los Dark Avengers por televisión, recibiendo todo tipo de daño físico durante
sus constantes peleas), indicando como Logan se esfuerza de más. Su amante,
Yukio, se percata de esto e intenta hacerlo abrirse para entender el porqué.
Logan opta por montar su motocicleta y largarse.
- Al presentarse al inicio de la primera secuencias, hay una referencia al apellido de Chris Claremont (quien escribió algunas de las mejores primeras historias de Wolverine y los X).
Logan se proyecta en el conflictivo
hijo de su amigo (recordando estar pasando algo similar con Daken), resolviendo
la situación a su manera.
Spider-man se percata de la
actividad constante de Wolverine, poniéndolo al límite, por lo que decide
abordarlo en un bar para darle un consejo sobre como sobrellevar la carga. Un
par de malvivientes eligen un mal momento para asaltar el bar. Tras encargarse
muy rápidamente de ellos, Spidey le sigue y Logan por fin admite que las
circunstancias en su vida le afectan mucho últimamente, en especial lo que
tiene que ver con Daken. Recibe una llamada de Cyclops y no duda en acudir,
agradeciendo al arácnido por el intento.
Osborn sermonea a Daken para que esté a la
altura de lo que su equipo pretende representar ante el público. Sin embargo,
éste prefiere hacer las cosas a su manera, metiéndose con sus archivos y
fastidiando a sus compañeros. Provoca especialmente a Bullseye para ocasionar
un pequeño altercado con los Fantastic Four al herir a Human Torch con una de
sus flechas.
- Este número incluye Dark Wolverine Saga, un breve resumen de la historia de Daken Akihiro, contado desde la perspectiva del mismo Wolverine.
Daken visita a los FF para
complicar aún más las cosas, sabiendo que Osborn lo vigila, fingiendo estar de
parte de ellos, excusando haberse unido al equipo solo para pretender estar a
la altura de su padre y servir de espía. Al alegar que deben sacarlo de ahí
violentamente (cortesía de Thing) para que Osborn no sospeche sus intenciones,
ignoran que su enemigo sacará provecho de ello al capturar la escena.
Osborn chantajea a los FF,
amenazando con exponerlos en una conferencia de prensa, a cambio de que
cooperen con él y no se entrometan en sus asuntos. Ellos se indignan, justo
cuando Daken vuelve a provocar otro altercado con sus compañeros, el cual casi
permite a Norman apoderarse de los archivos, pero Human Torch prende fuego a la
computadora, finalizando la crisis antes de comenzar realmente. Creyendo que
Daken armó el alboroto como una distracción (saliendo bastante lastimado en el
proceso), los FF le agradecen y se convierten en sus nuevos aliados (siendo
esta la intención de Daken todo el tiempo).
Al filtrarse por la red un video que muestra el
lado menos favorecedor del Wolverine de Norman, éste pretende organizar una
situación que permita a Daken verse bien para redimirse ante los medios. Para
esto, recluta a los antiguos enemigos de Wolverine, Inquisitor y Emmy Doolin
para que liberen a los criminales Cutthroat y Moses Magnum (también a Aryan
pero éste no vive para contarlo) durante un juicio, ocasionando algunas muertes
en el proceso. Teniendo ubicados a los cuatro, envía a Daken para que se
encargue de ellos, disponiendo de cámaras que capten su “heroica” acción en
vivo.
Los villanos se rinden de
inmediato, pero Daken se niega a tomar prisioneros. Antes de que la gente de
Osborn inicie con el proceso de edición severa, Doolin lo distrae lo suficiente
para que Magnum lo derribe. Norman reprende a Daken por este fracaso,
significando una gran humillación para él, alucinando con las burlas de su
propio padre. Los criminales escapan y, para protegerse, consiguen una
grabación que demostraría que Osborn estuvo implicado en su asociación,
chantajeándolo con difundirla a cambio de que les dé vía libre del asunto.
Norman finge acceder, enviando a Daken de nueva cuenta.
- En la portada, presentan a los villanos Moses Magnum, Cutthroat y Aryan con sus respectivos uniformes, pero nunca llegan a ponérselos en esta trama. Aryan aparece en portada pese a que fue asesinado casualmente en el número anterior.
Daken sorprende a los villanos
prescindibles, alegando que no les dejarán rendirse, fastidiando a Norman
(quien esperaba que se entregaran sin poner mucha resistencia para mandarlos
desaparecer después). Éste ordena que activen explosivos, poniendo en riesgo a
los habitantes de los alrededores. Daken se luce salvando a un bebé, cumpliendo
así (en parte) lo que Norman quería en primer lugar. Sin que nadie lo sepa,
condujo a los villanos por una ruta de escape secreta, solo para poder
asesinarlos personalmente poco después (siendo Doolin la última en caer, tras
restregarle que lo dejó vivir en su encuentro anterior, echándole más sal a la
herida).
Moonstone intenta acercarse
a Daken tras lanzarle muchas indirectas. Éste corresponde a sus atenciones contándole
un perturbador relato de su niñez, dándole a entender lo retorcido y
extremadamente peligroso que es, consiguiendo que ella se retracte y desista de
su intención.
Logan sigue el rastro de un
demonio fugitivo en un espectáculo del bajo mundo de Las Vegas. Fingiéndose un
contendiente más en el juego de la ruleta rusa, logra que el demonio se revele
a sí mismo, confrontándolo y haciéndolo pedazos. Pare prevenir que se regenere
al unirlos, se asegura de distribuir los pedazos en distintas regiones,
finalizando con su cabeza en el interior de una cueva remota, ignorando las
súplicas del demonio.
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