La Secta de la Mano Negra: Segunda Parte

 

Kalimán, el Hombre Increíble No. 292-303 

Kalimán no quiere dejar a Solín morir solo en el desierto, ordenándole que se una a él en las arenas movedizas, resignándose a su suerte. Afortunadamente, son rescatados por Jul-Jak y sus guerreros, quienes llevaban rato siguiéndolos. Kalimán libera a Solín del trance, obteniendo la comida y descanso que necesitan.

   

Durante la noche, Jul-Jak le confiesa a Kalimán que se ha enamorado de él y quiere que comparta su reino con ella en Etiopia, mas el Hombre Increíble debe rechazar la oferta, comprometido con su misión. Ella comprende y lo deja dormir. 

La Araña Negra evita la muerte dejando un muñeco en su cama, advirtiéndole al asesino que regrese con su jefe y se prepare para pagar el precio acordado. Éste obedece y le expone a Zabe (otro jefe de la Mano Negra, sin relación con el otro Zabe que murió), considerando tenderle otra trampa para eliminarlo y robarle el cargamento. Lo citan en un templo abandonado donde Omar y Zulma se aseguran de estar presentes para contemplar la muerte del traidor.

   

Valiéndose de su habilidad y sus trucos sucios, la Araña Negra esquiva sus balas y los neutraliza. Sólo Golo consigue derribarlo con su boomerang, agarrándolo para desenmascararlo finalmente pero al quitarle el sombrero, descubren una mascara debajo. Exigen que les entregue los narcóticos pero como el villano se niega, lo esculcan y creen encontrarlos. Caen en una trampa cuando al abrirlos estos liberan gas para asfixiarlos en lo que la Araña Negra intenta escapar. Kalimán lo sorprende y deja que su caballo salga corriendo para que los otros criminales lo persigan. La Araña Negra es atado de manos y Kalimán le arroja un dardo somnífero para no correr riesgos (ignorando que llevaba un chaleco antibalas y sólo finge quedarse dormido). 

   

Personificando a su enemigo, Kalimán cita a los criminales para ofrecerles los narcóticos (encontrados en el sombrero de la Araña Negra), y así capturarlos a todos. Mientras, el villano se libera de sus ataduras y hace de Solín su rehén, rumbo al punto de reunión. Omar, Zabe y Zulma acuden a la cita, cayendo en la trampa que Kalimán preparó, dejándolos atrapados con los narcóticos para que los aprenda la policía. Aparece la Araña Negra con Solín y Kalimán debe rendirse, intercambiando lugares con los criminales (acordando ser “amigos” nuevamente pero cada uno planea matar a los demás para quedarse con todo).

   

Empleando su turbante y su esmeralda, Kalimán sale fácilmente de la trampa junto con Solín, reuniéndose con el Coronel Alexis y sus hombres que han llegado a Luxor para capturar a los criminales.

   

No tardan en alcanzarlos pero la Araña Negra escapa, dejando un mensaje para retar a Kalimán a un duelo final en el templo. El Hombre Increíble acude y es victima de una explosión que lo aturde tanto a él como a su pupilo. La Araña Negra se dispone a rematarlo pero la policía lo impide y mientras huye de ellos, ocurre un derrumbe y el villano, aparentemente, es aplastado por los escombros.

   

Alexis regresa con los criminales pero como no logran encontrar los narcóticos (escondidos astutamente por Zabe), no pueden retenerlos y tienen que dejarlos ir. Kalimán se repone de la conmoción rápidamente y utiliza sus conocimientos de medicina oriental para ayudar a Solín, sintiéndose tan impotente como la policía para impedir que los criminales sigan su camino. Se despide del coronel y reanuda el viaje para buscar otra oportunidad para atraparlos. Parten a caballo, sin alcanzar a ver a la Araña Negra, emergiendo de entre los escombros y jurando venganza. 

En el camino, Kalimán y Solín toman un descanso cuando son rodeados por cazadores de esclavos. Kalimán resiste pero los superan en numero y pronto los someten y capturan, llevándolos directo al mercado para hacer buen negocio con ellos. 

Mientras, durante un peligroso paso por el rio, Zabe intenta deshacerse de Omar al dejarlo caer para que lo devoren los cocodrilos pero Golo rescata a su amo. Omar jura matar a Zabe pero entiende que no puede hacer nada hasta que no revele donde escondió los narcóticos. Zulma le propone compartir las ganancias con ella, ayudándole para distraer a Zabe con su danza en lo que él revisa un cofre que éste cuida celosamente. Al abrirlo, sale una cobra que lo muerde pero Golo lo vuelve a salvar, chupando el veneno a tiempo. 

Kalimán y Solín son enjaulados y vendidos a un comprador misterioso.

   

No tarda en revelarse como la Araña Negra, dispuesto a hacer sufrir al Hombre Increíble, atormentándolo al ordenar que lo sumerjan repetidamente en un pozo lleno de agua para poner a prueba el tiempo que aguanta la respiración. Vence su resistencia pero empeñado en prolongar su agonía, la Araña Negra se reúne con un amigo mercader para utilizar a Kalimán en un espectáculo mortal, obligándolo a pelear contra un león africano (apostando por el vencedor). Kalimán intenta comunicarse con el león para ofrecerle su amistad pero la bestia prefiere seguir su instinto y el hambre.

   

Con sus habilidades, Kalimán domina al león pero se niega a matarlo, ofreciendo de nuevo su mano amiga, que la bestia reconoce como tal. La Araña Negra obliga a Kalimán a regresar a su jaula, amenazando con matar a Solín, dispuesto a seguir utilizándolo en esa clase de espectáculos para obtener mayores ganancias. El codicioso mercader traiciona al asesino, organizando que sus hombres vayan por Kalimán pero éste se finge moribundo para que abran la jaula para atenderlo, tomándolos por sorpresa y abatiéndolos a golpes. Aprovecha para liberar al león y los tres escapan. La Araña Negra toma un vehículo para darse a la fuga, pero antes dispara a distancia contra Kalimán.

   

El león se interpone y recibe noblemente la bala, muriendo ante los ojos del Hombre Increíble, tomándolo como otro más para la cuenta de la Araña Negra. Tras enterrarlo, se hacen de un caballo para seguir su camino y atrapar a los criminales. 

Omar organiza que al aproximarse al siguiente poblado, Golo de aviso a miembros de la Mano Negra para emboscar a su ex socio, colgándolo para azotarlo hasta que revele donde escondió los narcóticos. Zabe se rehúsa y lo dejan ahí toda la noche. Zulma aprovecha para acercarse y proponerle ayudarle si comparte las ganancias, descolgándolo y montándose en un caballo y un camello para escapar. Zabe le muestra su método para ocultar los narcóticos, introduciéndolos en tubos de aluminio que obligó al camello a consumir (recuperándolos al rajarle la panza).

   

Acuchilla a Zulma como vil rata traicionera y se lleva su caballero, pero antes de morir ella alcanza a dispararle. Herido, alcanza a llegar hasta un oasis donde Omar y Golo lo esperan. Hundiendo su cabeza repetidamente en el agua, a Zabe no le queda de otra que confesar donde los guarda y terminan con su sufrimiento.

   

Kalimán y Solín siguen el rastro de los cadáveres de Zulma y Zabe para enfrentarse por última vez al ambicioso Omar. Alcanzan a Omar y Golo cuando deben cruzar un puente, amenazando con derribarlo si no arrojan sus armas para aprenderlos. Ellos obedecen pero cuando Kalimán y Solín quedan a la mitad, derriban el puente para que caigan. Logran aferrarse al risco y Kalimán pelea con Golo, derrotándolo, en lo que Solín noquea al árabe con su honda.

   

Atándoles las manos, siguen rumbo a la ciudad para entregarlos a las autoridades. 

Cercas de ahí, la Araña Negra se encuentra en la cueva habitada por Sara, una bruja local a la que le ofrece una buena cantidad para dominar a Kalimán con sus hechicerías, dejándolo a su merced. La estrategia de la hechicera es transformarse en una bella mujer, fingiéndose en peligro de ahogarse para que Kalimán la rescate.

   

El truco da resultado y termina invitándolos a descansar a su hogar en la cueva, donde da a beber a Kalimán un brebaje para dejarlo ciego y sin fuerzas. 

   

En este estado, le es imposible enfrentarse a la Araña Negra, quien se divierte de lo lindo, golpeándolo hasta cansarse.

   

Omar le ofrece a la Araña Negra volver a su trato original, asegurándole que necesitan mantener la asociación para que los miembros de la Mano Negra en Quseir lo traten con el comprador. El villano acepta y dejan a Kalimán atado para ejecutarlo en la mañana. Mientras duermen, Solín aprovecha para sacar a su mentor, alejándose. Al despertar, Sara tranquiliza a los criminales, indicándoles que los efectos del brebaje son permanentes y Kalimán morirá sin remedio en el desierto, por lo que pueden partir tranquilos rumbo a Quseir. 

Kalimán le revela a Solín que nunca tomó el brebaje de Sara, fingiendo en todo momento como parte de su plan de dejar a los criminales confiarse para ya atraparlos junto con toda la banda en Quseir (habiendo aprovechado también para intercambiar los tubos de aluminio con cocaína con otros que contienen arena, parte de una maniobra que se jugará más adelante). Antes de darles alcance, deben ajustar cuentas con la hechicera. Kalimán le demuestra que sus poderes son inútiles contra él pero ella insiste en subirse a lo alto de la montaña para invocar un ejército de demonios. En vez de eso, una piedra se afloja y cae a su muerte, recibiendo la piedad del Hombre Increíble.

   

En Quseir, otro jefe de la Mano Negra conocido como el “Loco Rojo” es informado de la próxima llegada de Omar, considerando cambiarle los narcóticos por una carga de plomo. Kalimán vende su esmeralda durante el camino para hacerse de otro caballo que les permita llegar más rápido a la ciudad, haciéndose pasar por Omar para llamar la atención de los miembros de la banda. Al hospedarse en un hotel con el nombre del arabe, el Loco Rojo envía a uno de sus asesinos para liquidarlo y arrebatarle el cargamento. Kalimán se impone y le ordena decir a su jefe que debe venir en persona para negociar. El Loco Rojo se indigna y exige que lo traigan ante su presencia, mediante un grupo mayor de sicarios. Kalimán no pone resistencia y junto con Solín, pronto se encuentran frente al Loco Rojo, quien confirma que es un impostor ya que conoce bien a Omar.

   

Kalimán mantiene la serenidad y ahora se hace pasar por Zabe, advirtiéndole que Omar pretende estafarlo con tubos de aluminio que contienen arena en vez de cocaína, ofreciendole los verdaderos por el doble del precio acordado. El Loco Rojo duda sobre esto pero toma nota. Kalimán y Solín buscan un refugio en los muelles luego de disponer de otros asesinos que intentaban robarles los narcóticos. 

Omar, Golo y la Araña Negra se presentan ante el Loco Rojo, y efectivamente, se comprueba que “Zabe” dijo la verdad. Arremete contra Omar pero la Araña Negra deduce el truco de Kalimán y los dirige para que entre los cuatro ajusten cuentas con él.

   

Kalimán espera la llegada de los criminales, enviando a Solín con la policía para organizar una redada. Kalimán sigue haciéndose pasar por Zabe para confundirlos, atrapándolos en un barco que se aleja del muelle para que no tengan escape.

Tiene lugar un forcejeo en que el Hombre Increíble vuelve a darse con todo con la Araña Negra mientras el Loco Rojo mata de un tiro a Golo por accidente y se desata un incendio. La policía acude y en tiempo record, todos los criminales son capturados. Sólo la Araña Negra escapa, y la policía asume que se ahogó al intentar huir. Kalimán duda mucho eso y a distancia, la Araña Negra se aleja en un auto, asegurando un eventual reencuentro.

   

Reflexiones… 

Una de las aventuras más memorables de Kalimàn por el simple hecho de la participación y primera aparición de la Araña Negra. Ateniéndose a un objetivo simple y con un elenco limitado, la historia marcha entre sus episodios a un ritmo un tanto cambiante (quizá a causa de que aquí hubo otra vez una alternación entre dibujantes, yéndose entre el estilo sombrío del primero al muy mediocre entintado de feos trazos del segundo) con elementos inesperados que hacen del relleno más o menos acorde, aunque el clímax pierde mucha fuerza por lo rápido en que resolvieron el conflicto. 

Aun así, la trama presenta fallas e irrelevancias como en otras tantas series, con jaladas demasiado convenientes para hacer tiempo e intervenciones de personajes que no parecen tener gran cosa que hacer, pero todo se apega al mismo caso en particular, siendo rescatable su mayor parte (pero no el final).

Curiosidades y metidas de pata: 

• Esta historia es inmediata en continuidad a la de la serie anterior (El Extraño Doctor Muerte), haciendo la referencia desde que Kalimán y Solín arriban a El Cairo. 

• Kalimán dice haberse enfrentado a la Araña Negra en varias ocasiones en el pasado (pero tales aventuras no existen como tales en la historieta, teniendo lugar los hechos fuera de cuadro). Por lo tanto, son desconocidos los detalles de los primeros encuentros entre el Hombre Increíble y su archienemigo. Fuera de la Araña Negra, los únicos otros enemigos que ha enfrentado más de una vez han sido Karma y el Conde Bartok (pero nadie ha dado tanto guerra como la Araña Negra). 

• Si la Araña Negra tiene tanto oro como para permitirse comprar esclavos y contratar los servicios de una bruja… ¿Por qué se empeña en obtener la miserable cantidad de cincuenta mil dólares que vale el cargamento de narcóticos? 

• Obviamente, la “Secta de la Mano Negra” no es una secta como tal. ¿No pudieron pensar en un mejor término, algo más apropiado para un grupo de contrabandistas, como "cartel" o algo así? Dan una idea totalmente equivocada. 

• La organización de la Mano Negra presume de ser la más poderosa en Medio Oriente. Tomando en cuenta la facilidad con la que cayó y la falta de lealtad entre sus miembros, esto puede ponerse en duda. Durante toda la trama no dejaban de traicionarse y matarse entre si por las ganancias que esperaban por una cantidad de narcóticos francamente ridícula. Puede que sean criminales pero con esas fallas, no veo como pueden hacer negocios para prosperar como una organización de ese nivel. 

• No queda muy claro quien es realmente el jefe de la Mano Negra o si se basa en puras cabecillas entre las que solamente conocimos a Omar, Zabe y al Loco Rojo (los cuales no aparentaban en ningún momento haber formado el grupo, indicando que tal vez eran simples oportunistas que escalaron posiciones para alcanzar el poder, pero de igual modo parece que eran los únicos que debían caer para acabar con la banda). 

• El final es demasiado anticlimático, algo que no es irregular en las historias de Kalimán como ya hemos señalado pero es como si lo hubieran hecho con mucha prisa. Después de todo lo que sucedió, en tan sólo dos páginas cayó toda la organización de la Mano Negra. ¿No estaba extendida por todo Medio Oriente? Suena a que sólo el Loco Rojo tenía tantos elementos y aun así se sintió la presencia de muy pocos hombres. Lo dicho, es una pésima organización criminal. 

• Esta vez, las portadas mentirosas oscilan entre la exageración y el plagio (con indicios de que en varias ocasiones prescindieron de las portadas originales).

   

En el No. 281, la Araña Negra no luce así en absoluto, ya que al principio su rostro está siempre cubierto por la sombra de su sombrero, y sólo hasta mucho después resulta que trae puesta una mascara muy parecida a las de los luchadores (pero no un antifaz).

   

En el No. 288 (una de las portadas auxiliares donde notablemente parece que recurrieron a un realizador de portadas especializado en otro tipo de revistas) no vemos en la historia a ninguna fulana posando semidesnuda mientras Kalimán derribaba el puente. 

 

La muerte es representada en una forma sospechosamente familiar en el No. 294 pero puedo asegurarles que en interiores no hay ninguna apariciòn que luzca así.

   

En el No. 298 encontramos otro diseño muy familiar que en nada se parece a la bruja contratada por la Araña Negra.

   

Ah, pero el colmo de los colmos sin duda lo podemos ver en el No. 301, cuando, obviamente, el Loco Rojo no se parece en absolutamente nada al Devorador de Mundos de Marvel Comics , un enemigo fuera de la liga (y la legalidad) para Kalimán.

   

Y por ultimo, reafirmo que la Secta de la Mano Negra no es una “secta”, así que en ningún momento tienen miembros encapuchados como los que vemos en el No. 302, son puros matones vulgares.