La ultima reedición de las aventuras de Kalimán no se limitó simplemente a la historieta original, ofreciendo también una publicación especial donde se revelan los orígenes del Hombre Increíble, una biografía extensa de su vida y formación durante si niñez y juventud, entrando a la adultez. Las hazañas del joven Kalimán en una edición compilatoria (lanzada paralelamente durante la publicación de El Dragón Rojo).
Anteriormente, había sido compilada en Libro Kalimán, una serie de ediciones que intentaban reunir en un solo tomo sus mejores aventuras (pero sólo hubo tres volúmenes de esto, siendo La Leyenda de Kalimán la primera, con todo y que fue publicada originalmente mucho después que El Valle de los Vampiros y El Tigre de Hong-Kong…una pena que no se les ocurriera reeditar esos otros clásicos).
Extrañamente, si hay continuidad de esta edición con la revista serìa en cuanto al hecho de que incluyen la sección de Kalimisterios, siendo el inicio del reporte de la abducción de Barney y Betty Hill.
Parte I
El reino de Kalimántàn tiene un gobernante justo y generoso en la forma de Abul Pashà, mas éste no es feliz ante la falta de un heredero, pena compartida con su esposa, Amejra. Se les ocurre acudir con un viejo santón para que los aconseje y éste no tarda en presentarse en el palacio, anunciando la eventual llegada de un predestinado que concederá su deseo. La noticia pone nervioso al gran visir, Sarak, que ambiciona el trono cuando el gobernante muera, contemplando el cumplimiento de la profecía al encontrar a un bebe recién nacido que fue dejado en el rio. Pretende matarlo, excusando que tiene lepra, cuando Abul Pashà lo detiene, examinando al niño, percibiendo su buena salud y mirada inteligente, adoptándolo inmediatamente. Amejra se desvive de alegría al tener a la criatura en sus brazos pero el visir venenoso sugiere que puede provenir de reinos extranjeros, desatando rencillas si surge un malentendido. Abul Pashà envía mensajeros por todos los alrededores, sin que en ninguna parte reporten a un niño perdido, por lo que son libres de quedarse con el bebe, bautizado como “Kali” por el santón (nombre que significa “fuerza y justicia”). El reino entero celebra la aparición del heredero pero no pasa mucho para Sarak haga de las suyas, intentando quitarlo de camino con una cobra, la cual es amansada por la mirada del niño.
Furioso, Sarak aprovecha la noche para raptarlo y arrojarlo al rio, creyendo acabar así con él. Sus padres adoptivos sufren horriblemente ante su desaparición, emprendiendo una búsqueda desesperada para recuperarlo.
En realidad, Kali sobrevive gracias a unas enredaderas. Un águila lo captura entre sus garras para llevarlo a su nido, pero es salvado por los cazadores de la selva, Krisna y Ali. Impresionados al ver un niño tan sano y despierto, deciden adoptarlo, nombrándolo “Aguilucho”. Pasan los años y “Aguilucho” se desarrolla para convertirse en un pequeño pero hábil salvaje, diestro en preparar ingeniosas trampas de cacería y demostrando que puede comunicarse y trabar amistad con los animales.
Ali muere aplastado por un árbol caído y Krisna le sigue poco después, devorado por un tigre de bengala al que eventualmente “Aguilucho” logra convertir en su amigo tras salvarlo de hundirse en un pantano. Su vida cambia cuando unos contrabandistas irrumpen en la selva, intentando utilizarlo para capturar al tigre. “Aguilucho” termina enjaulado en su lugar, aprendiendo su lección en cuanto a la maldad y traición de los hombres, y se lo llevan para venderlo como esclavo.
El chico es adoptado por mongoles que consideran entregarlo como futuro heredero de su rey, Sang-Tiè, y parten inmediatamente con él. Durante ese tiempo, Abul Pashà no ha dejado de buscar al pequeño Kali, y por azares del destino, escucha sobre el chico que vendían los contrabandistas, dándoles buena propina por la información. Controlados por la codicia, estos se adelantan para emboscar al rey y a sus hombres, matándolos para robarles el oro que llevan.
La noticia llega a Kalimántàn, para gran alegría del perverso Sarak, asumiendo enseguida sus nuevas “obligaciones” como gobernante.
De vuelta con Kali/Aguilucho, es llevado ante Sang-Tiè, dispuesto a disciplinarlos con las duras practicas de los mongoles. El chico es diestro y aguanta todo pero no es feliz y decide huir para encontrar su destino. La caminata entre el desierto nevada lo debilita y le toca toparse con el santón, quien lo reconoce inmediatamente.
Éste lo pone al tanto de su linaje real y además le indica que su nombre completo es “Kalimán” (que significa “inteligencia, fuerza y justicia”), destino a hacer grandes cosas pero sólo después de aprender todo lo que necesita para prepararse física y mentalmente (advirtiéndole no intentar reclamar su trono en Kalimántàn hasta entonces). El viejo se despide y el chico grita por primera vez el nombre legendario por el que será reconocido en el futuro.
Parte II
Kalimán decide regresar al campamento de los mongoles donde Sang-Tie lo recibe con cara de pocos amigos, tomando su partida como el acto de un desertor. Antes de persistir en hacerlo su heredero, ordena que lo sometan a un tormento terrible, metiéndolo hasta la cintura en un pozo donde permanecerá durante tres días, sin comida ni agua. Kalimán se empieza a debilitar y tiene lugar una visión de la Muerte, apareciendo para llevárselo a su reino de sombras.
Sin embargo, la Vida no puede permitirlo, aferrándose a Kalimán para que resista hasta que se cumpla el plazo. Sang-Tiè queda impresionando ante la resistencia del chico y más nunca, Kalimán se compromete para desarrollarse como todo un guerrero mongol. Toma la iniciativa de poner fin a los constantes enfrentamientos entre tártaros y mongoles, proponiendo que se repartan sus respectivos territorios. Como ambos jefes desean quedarse con las llanuras por conveniencia, deciden arreglarlo mediante una lucha con sus mejores guerreros, para que el lado vencedor tenga derecho a elegir. Por supuesto, Kalimán pelea por los mongoles, tocándole pelear con un gigante tártaro.
Imponiendo su fuerza y destroza, derrota a su oponente pero el jefe tártaro no olvida esa ofensa y durante la noche, ordena que capturen a Kalimán. Lo somete a múltiples tormentos, disponiendo de todo para ejecutarlo al día siguiente.
Su hija, enamorada de Kalimán, decide salvarlo, cortando sus ataduras para que pueda escapar.
Kalimán se interna en el paraje nevado, teniendo otro encuentro cercano con la Muerte, burlándola una vez más.
Sigue su camino y se topa con un monje lama llamado Ralma, el cual habría previsto su llegada, invitándolo al monasterio donde le enseñarán los conocimiento que necesita. Después de imponerle una difícil prueba de paciencia, Kalimán se incorpora a las actividades, descubriendo que todo lo que aprendió sobre la lucha con los mongoles no se compara en nada con los secretos que conocen los monjes. Adiestrándose en todo tipo de prácticas y estudios intensos, Kalimán progresa como el alumno más notable del monasterio, desatando los celos de su compañero, Ramba Kaba. Aprovechando un ejercicio de vuelo en cometa, ocasiona que su rival se pierda, quedando varado en el mar, haciendo imposible de momento su regreso al monasterio. Kalimán se resigna a su suerte y termina siendo rescatado por un barco de piratas chinos, sorprendiendo a todos con sus habilidades de combate. Astutamente, el capitán decide ponerlo de su lado, convenciéndolo de que luchan por una causa justa que consiste en recuperar joyas robadas de sus rivales, los malayos.
Kalimán se convierte en su cómplice, pasando más de un año hasta que le cae el veinte de que en ningún momento han devuelto las joyas. Confronta al capitán cuando tiene lugar un ataque de la fuerza naval, hundiendo el barco y capturando a los piratas sobrevivientes. Kalimán logra eludirlos pero vuelve a quedar a la deriva. Es encontrado por la tripulación del barco de Sir Thomas Drake, gobernador de la isla de Zanzibar, subiéndolo a bordo en lo que consideran su destino después de que confiesa haber estado ayudando a los piratas, llevándolo consigo hasta África.
Parte III
Kalimán se emociona ante el cambio de ambiente pero debe enfrentar un incierto destino, pese a que Branda, la hija de Drake, aboga por él. En el trayecto, padre e hija quedan impresionados por los conocimientos y la preparación de Kalimán, concordando en que no parece en nada un pirata. Al arribar a tierra, el gobernador no tarda en ser victima de un atentado dirigido por Abel Zalim, un traficante de esclavos. Kalimán le salva la vida y con eso se gana su confianza, para más adelante progresar en su relación con Brenda.
Pero Abel Zalim no olvida y envía a sus hombres para que secuestren a la chica, presionando al gobernador. Kalimán los sigue hasta su guarida, reportando la localización para que organicen una redada. Sin embargo, durante el forcejeo Brenda muere, protegiéndolo de un traidor cuchillo de Abel Zalim, quien escapa, perdiéndose en las extensas selvas de África.
Kalimán jura ante la tumba de la primera mujer que ha amado que vengará su muerte, proponiéndose perseguir a Abel Zalim hasta el fin del mundo. Esto lo lleva a vivir múltiples aventuras en África donde sigue aplicando todos sus conocimientos y destreza, hasta finalmente lograr su objetivo (provocando la muerte del criminal cuando usa la hipnosis para que sus aliados pigmeos comprendan que atentan contra un “dios”, volviéndose contra Zalim).
Entre todas estas experiencias, Kalimán obtiene la solución que le permite diseñar su famosa cerbatana de dardos somníferos y la esmeralda que adornará su turbante (tomada de las minas del Rey Salomón que pusieron a su disposición, siendo lo único que aceptó en recuerdo de la amistad de los Watussis). Sus hazañas y su nombre recorren toda África, hasta que decide que ha llegado el momento de retornar a Kalimántàn y reclamar su herencia.
Amenjra se siente inmensamente feliz de verlo pero Sarak se opone rotundamente a perder su fuente de ingreso (habiéndose decidido todo ese tiempo a sumir en la pobreza a sus súbditos, aumentando los impuestos exageradamente). Kalimán asume el trono y es victima de otro atentado de Sarak, empleando una cobra que una vez más domina con la mirada.
Perdiendo los estribos, Sarak intenta apuñalarlo por la espalda, pero Amejra se interpone y muere en su lugar (mientras la cobra muerde y mata a Sarak). Kalimán lamenta la perdida de su madre adoptiva y decide repartir las riquezas de su reino entre todos sus súbditos, partiendo para regresar con Ralma y los demás monjes, terminando su instrucción. Pasan años en los que Kalimán perfecciona el “Actus Mortis”, aprende el conocimiento de todos los libros y todos los lenguajes conocidos, e incluso domina la telequinesis y la transfiguración del cuerpo.
Finalmente, se gradúa con los más altos honores, pero aun le queda la duda de su lugar de origen y la identidad de sus padres biológicos, un misterio que Ralma le asegura conocerá con el tiempo (en realidad, nunca hubo tal revelación, siempre se limitó a puras hipótesis). Sin más, Kalimán viste su atuendo tradicional y abandona el monasterio para recorrer el mundo, haciendo honor a su nombre.
Curiosidades y metidas de pata:
• Cuando Kalimán ha estado en tierras africanas o le ha tocado vérselas con tártaros o mongoles durante sus aventuras,nunca ha dado indicios de que ya los hubiese conocido de primera mano,por lo no podemos asegurar que estas anécdotas ajusten en su historia personal. A lo mucho, si se ha llegado a mencionar que de niño aprendió a comunicarse por las fieras y su instrucción en el monasterio lama.
• Explicar que la esmeralda de Kalimán provino de una mina del Rey Salomón parece una buena idea aunque tenemos que recordar que dicha esmeralda ha sido reemplazada a lo largo del tiempo (en Los Jinetes del Terror vimos claramente como la perdió y la sustituyó por otra que quizás más adelante le hicieron el arreglo de cuajar en rubí la letra “K”). Al final, sólo es una joya de ornamento sin ningún significado especial en particular.
• La parte de que en el monasterio lama haya una “escuela de magia” y que ahí Kalimán aprendiera a transfigurar su cuerpo, me parece que fue un error muy grave en el libro. ¡Jamás lo hemos visto ostentar tal poder! Se supone que esa habilidad no se le puede otorgar a ningún hombre, tal y como se demostrara en el caso de Karma e incluso en otras historias han indicado que eso implica el uso de magia negra (algo reprobable para los lamas). Siento que el escritor de esta historia no estudió a fondo las aventuras de Kalimán para entender que puede hacer y lo que nunca haría.
• Si Kalimán renunció a su posición como rey de Kalimántàn repartiendo todas sus riquezas… ¿Cómo le hace para viajar por el mundo constantemente, y todos los privilegios especiales de los que goza al grado de tener pasaportes para entrar prácticamente a cada país? Todo el tiempo lo vemos pagando con oro (el cual no queda claro como esconde en su ropa tan ceñida) o haciendo trueque con sus esmeraldas desechables, así que este es un misterio general de la serie.