Aprovechando la temporada en que nos encontramos, tocaremos un tema muy adecuado para la ocasión.
De entre las varias publicaciones de Editorial Vid que no les pertenecían originalmente (es decir, de las que sólo tenìan la licencia para editar y traducir), se sobrentiende que la mayor parte procede de las grandes compañías como Marvel y DC (por no decir Image, Wildstorm y Top Cow aunque al ser esas editoriales independientes, son punto y aparte), pero hay una más, a veces ignorada y subestimada de la que también trajeron considerables ediciones. Me refiero a Dark Horse Comics.
Vid publicó varias de las producciones de Dark Horse, siendo la mayoría derivadas de otros medios que implicaban a Star Wars, Aliens, Predator, entre otros (y muy poco de su repertorio original que incluye a Sin City y Hellboy). Aun así, hay que señalar que todos estos se limitaban a ediciones especiales, miniseries, o crossovers que salían de manera irregular (se diría que por temporadas, porque ellos conservaron la licencia durante varios años pero no era como si se concentraran en publicar cómics de Dark Horse sin parar, a diferencia de cómo manejaban sus demás títulos de otras licencias).
Sin embargo, de entre todo eso, existe un cómic (no-original) de Dark Horse que tiene el merito de haber sido el primero (y quizás único) que fue lanzado como un titulo regular: Buffy, The Vampire Slayer.
Creo que está de más el contarles sobre la serie de Buffy, creada por Joss Whedon, la cual fue megapopular en su tiempo (por lo que ya debería ser de todos conocida). ¿Quién podría olvidar las aventuras de la intrépida e temeraria exterminadora de vampiros (y cualquier otro tipo de ente sobrenatural) y su peculiar y carismático elenco? Una serie que apenas iba transmitiendo su cuarta temporada cuando el cómic viera la luz en nuestro país (apenas como un par de años después de su lanzamiento en E. U., en 1998).
Como parte de una serie de nuevos lanzamientos, Buffy, La Cazavampiros (por cierto, esa traducción no es correcta ya que “slay” no es sinónimo de “cazar” y está claro que Buffy no se limitaba a cazar a sus enemigos, pero es que si alguna vez tradujeran ese titulo tal y como corresponde en español, sonaría muy mal) nos cayó de sorpresa. Fue una revista muy bien elaborada que además de presentar el cómic, estaba repleta de artículos referentes a temas del cine del horror y muchas cosas más relacionadas (así que por encima del entretenimiento, ofrecía una buena dosis de información de interés general para los fanáticos de este género).
Por desgracia, la gran aceptación de la serie no se extendió al cómic. No en México, por lo menos. A pesar de los mejores esfuerzos de Vid, la revista decayó rápidamente. En un ultimo y desesperado esfuerzo por salvarla, a partir del #16 (su ultimo número), trataron de cambiar el plan y volverla un titulo trimestral en ediciones que abarcaban tres números de golpe (¿Cuál es la diferencia de ir sacando cómics de 32 páginas que salían cada mes?). Fracasaron y no tuvieron de otra que cancelar (en silencio, ya ni nos avisaron). Además de la revista, únicamente publicaron una edición especial (la cual fue casi paralela a cuando empezó a salir la revista, si no es que saliera antes).
Es difícil determinar porque el furor por Buffy no alcanzó para mantenerla en nuestro país, pero desde mi punto de vista personal, podría decirles la probable causa: Jamás fue nuestra Buffy.
Es difícil determinar porque el furor por Buffy no alcanzó para mantenerla en nuestro país, pero desde mi punto de vista personal, podría decirles la probable causa: Jamás fue nuestra Buffy.
No malentiendan, el cómic era bueno en cuestiones de gráficos (nada más contaron con dos estilos regulares de dibujo en lo que se alcanzó a publicar aquí y ambos estaban bastante aceptables), y las tramas eran interesantes. ¿Qué estaba mal? Las caracterizaciones de los personajes. Es decir, el cómic no pretendía estar alejado de la serie original (de hecho, su continuidad influía mucho en lo que veíamos en sus pàginas), pero la atmosfera, simplemente, era demasiado “light”. El argumento obligaba a los personajes a ser un poco más absurdos y patéticos de lo que normalmente eran en la serie (y eso es decir mucho, tomando en cuenta que la mayoría eran adolescentes).
Buffy era la peor, ya que en su personalidad, no reflejaba nada de la que veíamos en la serie, como si nunca hubiera superada su etapa de la típica rubia tonta que se preocupa por puras tonterias (haciéndola ver frívola en varias ocasiones y eso únicamente era aceptable al inicio de la película donde ella surgió para dar pie a la serie).
Además, tenemos que recordar que el cómic oficialmente comienza con eventos que pretendían ser paralelos a la tercera temporada y los personajes se muestran demasiado relajados (y lo que estaba sucediendo en esa temporada, francamente, no era para que pudieran andar tan despreocupados, ya que desde un principio estaban bien tensos ¿olvidan los traumaticos hechos del final de la segunda temporada?). De esa forma, el cómic no se sentía “igual” que la serie, y probablemente, fue a causa de eso que los lectores mexicanos (imagino que en E. U. son más tolerantes y les dieron chance para hacer su estilo más sofisticado o por algo en la actualidad sigue publicándose aunque ya no sea por medio de Dark Horse) perdieron interés o no les llamó demasiado la atención, y con eso sentenciaron a muerte la revista.
Una lastima para tratarse del primer intento serio por traer un titulo regular Dark Horse, siendo un experimento fallido por parte de Vid para variar un poco entre sus publicaciones (sin perder su oportunismo acostumbrado).
Hola! Acabo de encontrar tu articulo, hace poco conseguí 15 comics de Buffy y como gran fan de la serie me puse a investigar cuantos se editaron en México y leyendo lo que escribes quiero decirte que estoy muy de acuerdo contigo al decir que no es nuestra Buffy, es decir la escritura es muy superficial y un poco boba, es interesante el contenido adicional y lo bonito de los posters pero no se siente como Buffy, en fin, buen articulo, saludos.
ResponderEliminarSí, fracasó terriblemente, aunque dado que el cómic siguió publicándose durante muchos años en Estados Unidos puede suponerse que en algún momento superaron esta etapa y lo convirtieron en una verdadera secuela para las aventuras de Buffy.
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