jueves, 5 de abril de 2012

¿CINAqueee? (Segunda Parte)

CINACROS #4

La Torre.
Ahorrémonos una serie de divagaciones y procedimientos policiacos típicos para resumir lo relevante en este (especialmente aburrido) número. El líder de los criminales, el Mayor 13, se comunica con Alfonse exigiendo millones de dólares para desactivar la bomba, pero todo resulta ser una distracción para robarse unas pinturas invaluables que estaban en el edificio. Paralelamente, Luna y Barreto revisan en la morgue los cuerpos de los malvivientes que Capitán Morgue liquidó en el número anterior, atendiendo el testimonio de Don Panchito, el anciano al que rescató con su nieta (curiosamente, se muestran reacios a creerle pese a que se mostraron menos escépticos con el testigo borracho del incidente anterior).
Capitán Morgue penetra en la Torre y acaba con la mayoría de los criminales, teniendo un muy poco emotivo reencuentro (culpa del dibujante que no pudo mostrarlos muy expresivos que digamos) con Silvia. El Mayor 13 escapa llevándose el dinero del rescate, dejando la bomba activada. Transfigurándose en una rata, y luego en un lobo, Morgue se apodera de la bomba y acaba tomando la forma de un águila para que explote inofensivamente en las alturas. El Mayor 13 le reporta a su jefe (obviamente Constanzzo) del fracaso de su misión pero éste bravuconea de que lo vencerá a la próxima él mismo.

CINACROS #5

Limax Maximus.
Una capsula se estrella en Cañón Boca del Diablo, trayendo a Limax Maximus (no perdieron tiempo en mostrarnos al nuevo personaje), un monstruo reptilesco con una de los diseños más extraños que he visto (pero seguro es otro diseño copiado de algún lado).
En la Torre, Silvia, Barreto y Alfonse comparan notas (a propósito que con esto están dando indicios de que han pasado ya 2 años desde que Capitán Morgue inició con sus actividades en Ciudad Anáhuac, que rápido pasa el tiempo después de cuatro números ¿no?), deduciendo que el defensor de la ciudad no es más que el desaparecido José Antonio.
En su guarida, Morgue tiene pesadillas, y asi como así, pasan a contarnos el origen de toda esta trama, con una serie de anécdotas enredosas que implican algo de una guerra intergaláctica entre padre e hijo, reencarnados para seguir una batalla interminable entre el bien y el mal (lo hacen tan confuso que parece que mezclaron dos o tres tramas distintas para explicar algo tan simple, mejor no lo hubieran intentado). Morgue reflexiona sobre la posibilidad de que sus compañeros revivan también (creí que ya contaba con eso desde cuando ¿o porque cree que están los capullos ahí, similares al mismo del que él emergió? ¿mera decoración? Se revela que a Morgue le fue confiada la Daga de Luz como un arma legendaria para su lucha (un cuchillo con manga de calavera no me parece una herramienta que se use para el bien).
De vuelta en Cañón Boca del Diablo, un escuadrón de demonios arriban con el fin de eliminar a Limax Maximus, demostrándoles que no será tan fácil ensartando a uno de ellos con un cable que le brota de la parte superior de su cabeza (nadie vio eso venir). Morgue aparece a un lado de Maximus y discuten estúpidamente (¿no deberían estar frente a frente?) e impulsivamente lo atraviesa con un rayo de energía. Es atacado por la espalda por los demonios (¿no estaban del otro lado?) pero enseguida se defiende y los liquida a todos, sólo para después trabarse en rabiosa lucha contra Maximus. Se convierte en águila y es derribado fácilmente (¿Qué esperaba lograr en esa forma contra ese monstruo tan grande?) y recontrataca, copiando una escena de pelea muy al estilo Liefeld.
El ángel (cuyo cabello ahora es rubio cuando al principio era negro) se aparece para detenerlos, aclarando el malentendido, presentando a Limax Maximus como el guardín de los capullos, cuya misión es asegurarse de supervisar que el resto de miembros de CINACROS renazcan de estos (sepa si los aplacó o no porque los dos se quedaron sin decir nada, mirandose con odio).
Afuera, Barreto se interna en la selva al pie de la montaña para investigar.

CINACROS #6

La Mujer Nahual.
Cambian el equipo creativo en este número, copiando ahora otro estilo de dibujo (en mi opinión, aun menos favorecedor). Prosiguen las indagaciones de Barreto en Cañón Boca del Diablo, hablando con algunos lugareños (esta investigación ya se hizo desde cuando, sólo está perdiendo el tiempo).
En una noche de luna llena, una figura demoniaca (no aclaran si es Constanzzo), invoca a la Mujer Nahuala, encomendándole eliminar a Morgue y predisponer todo para un sacrificio humano.
En el hospital, Silvia acude como reportera para entrevistar a Nicola Hart, quien finalmente ha despertado del coma en que quedó luego de sobrevivir al empujón que la puso en las vías del metro (pese a que en el #3, de hecho, dijeron que ella había desaparecido). Ella está confundida y no recuerda nada, así que la dejan en paz. Silvia conduce su coche cuando es atacada por la Mujer Nahuala, pero Morgue enseguida acude en su auxilio, y acaban uniéndose en un amoroso abrazo. La villana aprovecha para atacar por sorpresa y derrotar a Morgue, mordiéndole el cuello y transformándose en águila (¿para que?).
Cambian de escenario a las pirámides de Teotihuacán, donde la figura demoniaca se prepara para sacrificar a Silvia en lo que Mujer Nahuala (por alguna razón, el demonio se refiere a ella como “Cassandra”) termina con Morgue. El héroe recupera la conciencia y entablan una corta lucha donde se la pasan asumiendo diversas formas animalescas, pero la villana es derrotada.
Con todo, el demonio sacrifica a Silvia y….Silvia despierta en su casa, revelando que estos hechos no eran más que un sueño mafufo que tuvo.
No sólo cambiaron de artista, sino que ahora Silvia ha intercambiado cuerpos con su amiga Claudia (al reunirlas en la siguiente página, queda claro que el artista ya no supo quien es quien porque no leyó los números anteriores).
Se repiten los eventos, indicando que hasta Alfonse soñó con el despertar de Nicole, reuniéndose con Barreto en el hospital para interrogarla, notando que ha perdido inexplicablemente su acento gringo. Alfonse se propone llevarla a su casa para que se reponga y hablan sobre algo Silvia se va con Barreto para contarle sobre sus sospechas, dirigiéndose a la morgue, ignorando que son seguidos a distancia por el Mayor 13 y sus matones.
En la SEMEFO, el forense atiende a Silvia y a Barreto, desconcertado por los asesinatos entre la población criminal (a quienes por lo visto Morgue ha estado matando en sus propias casas pero nadie se queja sobre este vigilantismo).
Nicole duerme en casa de Alfonse pero cuando él la deja sola, vemos como se transfigura en la Mujer Nahuala.
De vuelta en la morgue, Morgue (valga la redundancia) mata de un golpe a los matones que iban con el Mayor 13 y éste lo reporta a su jefe, quien no tarda en hacer su entrada.

CINACROS #7

Renacer.
Otra vez nos cambian al dibujante y el entintado tampoco es lo que solía ser. Un experimento sale mal en otra dimensión antes de regresarnos a la morgue, donde el Mayor 13 se propone matar a Silvia, pero Barreto lo detiene y tienen un duelo típico de golpes y balazos. El Mayor 13 recibe un tiro pero escapa por la azotea, escapándosele a Barreto.
Mientras, Silvia está de nuevo en brazos de su amado José Antonio, pero Constanzzo los separa y reanudan su batalla. Morgue le corta una mano con la Daga de Luz pero antes de que el villano pueda hacer algo, surge un vórtice de energía por el que entra un nuevo villano para la serie: ¡Magog! Por alguna razón, su entrada absorbe la energía de Morgue y Constanzzo, enviándolos a otro lugar (no antes de que Morgue le grite a Silvia que vaya a la cueva).
Alfonse intenta hablar con Nicole pero ella se transforma en la Mujer Nahuala y fanfarronea sobre conquistar el mundo después de encargarse de Magog (lo raro es que diga estas cosas y el otro tipo detrás de la puerta no parezca escuchar nada).
En Cañón Boca del Diablo, Limax Maximus atestigua como otro de los capullos finalmente se abre para revelar a otro miembro de CINACROS resucitado.
Magog rompe una pared y se va, para recuperar todos sus poderes e iniciar la conquista del planeta después. Silvia y Barreto no pueden hacer nada, y tres horas después, andan en el aeropuerto (como si nada hubiera pasado), dirigiéndose a Chihuahua para investigar en la cueva, dándose tiempo para hablar con un conocido reportero que les comenta del caso Arizmendi (el mismo “Mochaorejas”, no disimulan nada). Toman el avión, y luego un jeep, entrando pronto a la cueva donde hallan inconsciente al guardián. Silvia reconoce al responsable, Luis (el mismo que fue poseído por las fuerzas demoniacas de Constanzzo y Morgue tuvo que matar), que ahora responde al nombre de Magnus y tiene un look de cyborg.
Barreto le dispara sin lograr hacerle ningún daño y éste los toma a los dos en calidad de guías y rehenes. Los hace volver al aeropuerto donde masacra a los elementos de seguridad, robando un jet. Al ver el cartel de Arizmendi, solicita información de Barreto para atraparlo (y cobrar la recompensa por su cabeza, supongo, ya que en lo primero que uno piensa después de revivir tras tanto tiempo es en cazar a un tipo por dinero). El jet llega a su destino y sólo encuentran a Silvia y a Barreto.
Afuera de una catedral, Magnus acecha, y un hombre abre la puerta, encontrando un misterioso paquete.
En este número, incluyen fichas biográficas de los personajes (específicamente del Mayor 13, Magog y Magnus), además de la apertura de la galería de dibujos que les envían los lectores (lo que no deberían, tratándose de una revista que apenas lleva siete números pero cinco pelmazos ya les mandaron los suyos).

CINACROS #8

¡Ups! Edición no disponible, pero todo indica que seguía las andanzas de Magnus como el nuevo personaje principal de la revista.
Y esto fue CINACROS. Podríamos hacer un replanteamiento de todas sus incoherencias, tramas sin resolver y mucho más, pero no tiene caso, desde que todo lo que nos dan aquí es un mal intento de copiar un estilo que jamás podría verse igual en México.

"Parece un intento más de los mortales por colocarse en sitios que no les corresponden, cayendo aun más bajos de donde se encontraban antes. Aun así, fue una maniobra ingeniosa. Je, je, je. Proseguid."

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